Nació en el seno de una familia acomodada, fue quien inspiró las historias de Papelucho, gozó de los más altos privilegios y cargos al interior de la Iglesia y uno de los primeros denunciados por abuso a menores y jóvenes.
Francisco José Cox Hunneus no sólo es uno de los primeros miembros de la iglesia chilena que fue relacionado con abuso sexual a menores, sino que también el que ostenta uno de los más altos rangos dentro del clero.
Este sábado 13 de octubre y tras la visita del Presidente Sebastián Piñera a El Vaticano, el Papa Francisco despojó de su estado clerical a Cox, arzobispo emérito de La Serena y miembro del Instituto de los Padres de Shoenstatt.
La historia de este hombre partió en Santiago, la ciudad que lo vio nacer el 18 de diciembre de 1933, en el seno de una familia acomodada y destacada. Gobernaba en Chile Arturo Alessandri Palma.
Su padre fue Eduardo Cox Balmaceda y su madre Yolanda Huneeus Salas. Su tía Ester, conocida en la literatura nacional como Marcela Paz, se inspiró en las andanzas del niño Francisco y lo transformó en Papelucho, una serie de libros donde un pequeño de ocho años relata sus aventuras, a través de su diario de vida. Tanto éxito tuvieron las historias del niño que nunca crecía, que durante años fueron lectura obligada en los colegios.
Miembro de la Sociedad de Apostolado Católico (Palotinos), hizo el noviciado en 1954. Después pasó a la Fraternidad de Padres de Schoenstatt. Cursó dos años de Economía en la universidad Católica de Chile. Estudió en la Universidad de Friburgo, Suiza, y en la Universidad Lateranense de Roma. Licenciado en Filosofía, en Teología y en ambos derechos.
Fue ordenado sacerdote en Friburgo, Suiza, el 16 de julio de 1961. Pablo VI lo eligió Obispo de Chillán el 18 de diciembre de 1974 y allí se mantuvo hasta que el Papa lo llamó a Roma en 1981 como secretario del Pontificio Consejo para la Familia.
Fue en la capital de la Región de Ñuble donde se registran los primeros abusos conocidos. El denunciante, Abel Soto (49) de entonces 7 años, era acólito de la Parroquia de San Bernardo, en el parque Chillán Viejo, la primera vez que fue abusado, según relató.
Cox fue miembro de varios Dicasterios romanos hasta que el año 1985, regresó intempestivamente a Chile.
El 3 de marzo de ese mismo año, Juan Pablo II lo nombró Arzobispo coadjunto de La Serena. El 30 de septiembre de 1990 sucede a Monseñor Bernardino Piñera, Arzobispo de La Serena. De allí provienen las siguientes acusaciones de abuso.
Entre 1986 y 1987 se desempeñó como Secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de la Visita Papal de 1987.
En julio de 1997 renunció a la diócesis de La Serena y asumió la Presidencia de la Comisión Nacional del Jubileo 1997-1999.
En octubre de 2002, investigaciones periodísticas lo relacionan con abusos cometidos durante 10 años en contra de niños y jóvenes. Fue trasladado a Colombia y luego a Alemania donde se retiró a una vida de penitencia y oración donde se mantuvo hasta este sábado.
Las últimas delaciones por abusos sexuales provienen de su época de retiro. La semana recién pasada y a propósito de la investigación en su contra hasta se le retiró el teléfono celular y el de su dormitorio.