La personalidad le pasó la cuenta

Año 2005 ...

Ahí me encontraba yo, junto a Reinaldo Sánchez y su directiva, en un lujoso salón del Hotel O’Higgins de Viña del Mar. Escuchando lo mismo que Claudio Borghi en un camarín: “estás despedido”.

Sé perfectamente los pensamientos que han pasado por la cabeza de Claudio en esta situación: la rabia, la molestia, la incomprensión.

También conozco los cuestionamientos inconfesables aún, que lo perseguirán por mucho tiempo, como... ¿Qué habría pasado si no hubiese dejado fuera a Valdivia? ¿Habrá sido correcto utilizar el mismo formato de mando y disciplina que impuse en Colocolo tetracampeón? ¿Por qué no varié un

poco mi conducción, si al final un DT debe ser flexible y adaptable?

No tengo la más mínima duda de que a Claudio le hubiese gustado seguir dirigiendo y llegar al Mundial de Brasil con nuestra selección, pero creo que en esta pasada su personalidad le pasó la cuenta. Me parece que Borghi en el fondo, saca sus fortaleza de el deseo de que lo “quieran” y en su hambre de ganar, es una mezcla entre, si no me dan cariño no puedo entregar lo mejor que tengo, y la verdad es que ese puesto en especial por alguna razón no permitió que el Bichi sacara lo mejor de él. A él le gustan los cargos con glamour, que lo respeten, que se le recuerden sus éxitos y por esto la selección se quedó sin su líder natural y estaba sin patrón de juego, sin conducción, sin líder ni ambición.

Cuando me despidieron, dentro de mí nació una emoción de rabia y desilusión, porque uno como entrenador siempre tiene su estrategia. La mía era que dentro de mis cálculos para clasificar a Alemania, solo debíamos ganarle a Perú y Bolivia de local, ganarle a Colombia de visita y empatar con Brasil……

Desconozco la estrategia de Claudio, pero tengo claro que no quería irse ni menos que lo echaran.

Pero como en el mundo del fútbol, además de los resultados manda también una presión mediática, hoy debemos decirle adiós a un técnico exitoso y ganador que no pudo con esta batalla.

Chao Claudio, bienvenido Sampaoli.

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