La pesadilla de Dino Gordillo: "Estamos angustiados"

Dino Gordillo y su familia sólo quieren olvidar la madrugada del 29 de noviembre. Esa noche, su hija fue víctima de abuso sexual por parte de un taxista que la recogió a la salida de un local en el barrio Bellavista, según denunció la misma joven.

"Estamos angustiados. Sólo queremos que esto se termine pronto. No queremos nada más", comentó brevemente el humorista a La Cuarta, aún shockeado por la terrible situación a la que su hija se vio expuesta.

Y cómo no estarlo, si esa noche Catalina Vega, según ella misma declaró, salió a compartir con unos amigos a un boliche del sector. Todo rico, buena onda, hasta que tuvo la mala fortuna de tomar un taxi conducido por Ariel González Erices (37), en Antonia López de Bello con Ernesto Pinto Lagarrigue, quien en vez de trasladarla hasta su hogar ubicado en la comuna de Ñuñoa la llevó hasta un sitio eriazo, ubicado en calle Guanaco, en Huechuraba, para cometer abuso sexual.

"Viví lo peor que pude haber vivido en la vida. Creo que lo peor que viene después de esto es la muerte", confesó la víctima, quien agregó que "es una pena que exista gente así, que hombres que son más grandes que nosotras, físicamente, se sientan con el derecho de tomarnos como un objeto".

LOS HECHOS

"Luego que la joven abordara el vehículo para dirigirse hasta su domicilio, el conductor la lleva hasta la comuna de Huechuraba. En esos instantes, la joven llama por teléfono a un amigo para dar cuenta del hecho y éste le quita su iPhone 7, para luego apagarlo", aseguró la subprefecto Claudia Domínguez, jefa de la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI.

Según cercanos a la joven, luego que ella se comunicara con su amigo para pedir ayuda, éste habría llamado a Carabineros para dar cuenta de la situación. Sin embargo, desde la institución no habrían reaccionado a la emergencia.

En ese mismo instante, de acuerdo a fuentes policiales, el taxista detuvo el auto en el sitio del suceso, se abalanzó sobre ella para quitarle la ropa, pero la joven opuso resistencia y se armó una pelea al interior del auto.

"Me tiró al suelo, me torturó e intentó violar. Gracias a una fuerza interior física que ni siquiera yo imaginaba que tenía, logré zafar", contó la víctima, quien huyó por unos matorrales hasta una empresa cercana al lugar, donde los guardias de seguridad le prestaron ayuda y llamaron a Carabineros.

Finalmente, el fiscal Mauricio González, a cargo de la investigación, le entregó el caso a la PDI, quienes iniciaron las pericias y dieron con el lugar exacto del ataque, luego de hallar la ropa interior de la víctima y algunos objetos personales.

"Al tomarle declaración a la joven, quien se encontraba en schock producto del ataque, se pudo constatar que el sujeto le robó su teléfono. Iniciamos las labores de rastreo y dimos con el imputado, quien se lo había vendido a otro taxista por $20 mil", indicó la subprefecto.

El imputado quedó en prisión preventiva por los delitos de abuso sexual y robo con violencia.

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