La pizarra de Bonvallet: su marca registrada

Si uno recuerda a Eduardo Bonvallet, de una se le vendrá a la mente la pizarra. Claro, el mejor momento venía cuando no le gustaba cómo había jugado algún pelotero, entonces sacaba su ficha de la canchita y la chuteaba muy lejos.

Mucha gente se quedaba pegada en la tele esperando su análisis o este tipo de locuras, donde no tenía pelos en la lengua para matar a quien fuera. Tanto así que muchas veces La Red le quitaba puntos de rating a TVN (los dos transmitían el camino a Francia), sólo por ver al “Gurú”.

“Era increíble lo que pasaba con Bonvallet. El rating era altísimo cuando analizaba a la selección. Lo hacía antes de los partidos, en el entretiempo y luego cuando terminaba. La gente se cambiaba sólo por ver al Bonva. Yo tenía que hacer preguntas del público, estaba en los vestuarios y era impactante. La Red, un canal sin aspiración de rating, terminaba teniendo números muy altos. A la gente le gustaba el análisis que hacía porque nadie más lo hacía, entonces se puso hablar más de fútbol, a comentar fútbol, siempre con su estilo frontal y directo. Cubrió un espacio de la mejor manera”, recordó Rodrigo Sepúlveda, quien aseguró que el Bonva le abrió las puertas para lo que es ahora.

Si bien para algunos su forma de pensar el fútbol era una locura, hay amigos que comprendieron que el tiempo le dio la razón.

“En lo futbolístico, el problema chileno era justo lo que planteaba Bonvallet. Es un problema cultural. Acá nuestro sub desarrollo futbolístico va pegado más a la cultural que a algo físico o futbolístico. No somos malos para la pelota, pero tenemos un problema educacional enorme. Por eso estábamos de acuerdo de que los cabros abandonaran rápido el país para que se educaran en un mejor medio”, remató Sotomayor.

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