En diez años, las playas favoritas de muchos chilenos podrían desaparecer. Y es que el mar está subiendo de nivel gracias al cambio climático, pero también al mal “convivir” de los habitantes con el ecosistema.
Nuestras playas favoritas para veranear o para las románticas caminatas de invierno podrían desaparecer en 10 años.
Así lo reveló un estudio del Observatorio de la Costa, que aseguró que si seguimos al ritmo que vamos (calentamiento global y ocupación costera, entre otros), habrá que despedirse de playas como las de Reñaca, Concón y Pichilemu, entre otras.
Pero, ¿por qué sucede esto? Y, ¿qué podemos hacer para detenerlo?
Por qué las playas de Chile podrían desaparecer, según Marcelo Lagos
Lo que le está pasando a las playas, según el observatorio, es una “erosión costera”, que significa que se está perdiendo o desplazando tierra gracias a las olas, marejadas y el viento del mar.
En esta línea, el geógrafo Marcelo Lagos explicó su hipótesis en el matinal Buenos días a todos. En ella, apunta a que la razón de que las playas puedan desaparecer tienen que ver con el cambio climático, el fuerte oleaje y la poca “convivencia integral” que se tiene en la zona costera del país.
En esta línea, el experto asegura que “el nivel del mar está llegando más arriba de lo que llegaba antes”.
Y aunque el cambio climático y el calentamiento global juegan un rol importante, no son los únicos culpables de que las playas chilenas estén en riesgo. Lagos señala que “a la zona costera, históricamente la especie humana la considera como propia, pero evidentemente no ha existido en Chile un manejo que evalúe y que pondere de forma integrada lo importante que es el ecosistema costero”.
Así, coincide con el Observatorio de la Costa e hizo un llamado a “rayar la cancha” en el tema costero, para tener “normas que permitan un uso razonable de la zona costera (...) La ciencia hace rato le entregó al Congreso una propuesta de política pública para el cuidado de nuestras costas y sigue descansando todavía allí”.
Y también estableció que la noticia “es una alerta roja” para cambiar las leyes que ahora permiten que, por ejemplo, haya edificios sobre los humedales que “son amortiguadores de parejas, de tsunamis, reservas de agua, biodiversidad y miles de servicios más”.
Temas Relacionados
