La Quinta ya relajó la vena con su hijo favorito

¿Qué sería del Monstruo de Viña si no existiera en el mundo un artista como Chayanne? De seguro que patearía la perra como cabro chico al que le quitan el dulce o cuando cierran la barra gratis en un bar.

Anoche, finalmente, el Monstruo en su versión 2011 despertó y quedó saltando en una patita hasta decir basta, porque sin lugar a dudas Chayanne es el número perfecto para  Viña del Mar. De más que Marco Antonio Solís y Miguel Bosé (dos solistas que se pasan repitiendo el plato en el certamen) tienen dominado al respetable con sus grandes canciones y espectáculos, pero el mexicano no cuenta con la facha del boricua y el español apenas sonríe mientras canta con sus kilos de más.

Chayanne siempre ha sido el mismo: Canta, salta, usa pistas, se ríe, coquetea con la barra, recibe los regalos del público y ayer más encima se dio el lujo de tirarle los cortes a Eva Gómez. Con todo eso el cabro dejó saciadas a las féminas, que en su mayoría integran el público, y que claramente seguirán pidiendo hasta el cansancio que Chayanne se las rapte y las lleve para la casa. Así nomás el Monstruo queda feliz.

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