Nos internamos una semana en uno de los sectores más conflictivos de la Región Metropolitana y le sacamos el rollo a las bandas que operan en el lugar.
Las estadísticas municipales revelan que dos millones de personas transitan al día en el eje del Paseo Meiggs y la Plaza Argentina en Estación Central. Un barrio reconocido por su variada oferta comercial, pero que carga con la chapa de ser uno de los más conflictivos y de mayor tasa delictual de la Región Metropolitana.
El popular sector -frontera de las comunas de Estación Central y Santiago- volvió a ser noticia el pasado 4 de abril, cuando un vendedor ambulante perdió la vida arrancando de un operativo de Carabineros. Un drama humano que dejó de manifiesto un problema social que se vive en el lugar, y del que los delincuentes se aprovechan para cometer sus delitos.
La Cuarta pasó una semana recorriendo las calles del barrio. Ahí, pudimos ver el exceso de venta en las veredas, las mafias que operan en el comercio del cigarro y los robos, que ocurren en cualquier horario y que ya son parte del panorama.
Los vecinos, locatarios y trabajadores del sector coinciden en que las tasas de delitos disminuirían considerablemente si se erradicara el comercio ambulante, que lejos de ser una oportunidad de trabajo para cientos de personas, especialmente haitianos, se transformó en la fachada perfecta de mafias de productos falsificados, como zapatillas y cigarros.
"Tenemos identificada una banda que monopolizó la venta del cigarro en la Plaza Argentina (Frente a la Estación Central) y que entra en conflicto con otras bandas por tener el dominio del lugar. Entonces se forman riñas y generan una sensación de inseguridad en los transeúntes", comentó Andrea Gómez, directora de Seguridad de la Municipalidad de Estación Central.
Las calles de Meiggs y los alrededores del Persa Estación, entre las 10 y las 22 horas, se transforman en una zona de conflicto que reúne comercio ambulante, robos, microtráfico de drogas e incluso apuestas ilegales. A pesar del personal policial apostado en el lugar, resulta imposible detener a cada una de las personas que cometen un delito en el lugar y, si los arrestan, en menos de 24 horas están en las calles tras un breve paso por el Centro de Justicia.
"Los ambulantes ilegales buscan amedrentar, pero vamos a seguir fiscalizando. Ellos no quieren regularizarse, quieren actuar con violencia, sienten que están más allá de la ley", sostuvo el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri.
En tanto, la jefa de seguridad de Estación Central sostuvo que "hemos generado operativos en conjunto con Santiago, porque entendemos que es un problema que nos afecta a todos, porque el delito se traslada de una comuna a otra".
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