Una misma tela que nos proteja tanto del frío como del calor, esa es la promesa de la nanotecnología del futuro, que dejará en el olvido el "¿y qué me pongo?", que nos mata cuando hay que escoger entre un chaleco o una parka, por ejemplo.
Los encargados de desarrollar este revolucionario material son los expertos de la Universidad de San Diego, California, que en sus estudios han logrado avances significativos, gracias a los que ya muy pronto esta ropa será una realidad.
Esta iniciativa, denominada ATTACH (Tecnología de Textiles Adaptativos con Refrigeración Activa y Calefacción), desarrolla un tejido que permite regular la temperatura de quién lo utiliza, gracias a la acción de las nanopartículas, es decir, una "ropa inteligente".
¿Cómo funciona?
El secreto de esta tela es que mantiene a la piel a 33 grados celsius de manera casi constante, que es la media en que la mayoría de las personas se sienten cómodas.
Esto se logra gracias a que los textiles responden a las temperaturas, haciéndose más gruesos o delgados, según la necesidad del ambiente, aumentando o disminuyendo el calor, según sea conveniente.
Entre los beneficios a largo plazo que podría traer esta ropa inteligente es que ayudaría a reducir, incluso, el costo energético en un 15%, ya que se podría complementar con los sistemas de aire acondicionado, haciendo que estos no sean tan necesarios.
En proceso
Estas telas ya se están utilizando para hacer ciertas prendas en Estados Unidos, y no es descabellado que lleguen a nuestro país en el mediano plazo, según proyecta el Director Alterno del Centro de Nanociencia y Nanotecnología Cedenna, Ricardo Ramírez. "No veo que sea algo muy lejano, y que cuando ya se esté fabricando de forma masiva, llegue por aquí", admite.
Sobre la variedad de prendas en las que se podrá aplicar este material inteligente, que hasta ahora se conoce sólo en chaquetas, Ramírez asegura que se puede destinar a más usos. Incluso, se podría pensar en crear ropa de cama, poleras calcetines y ropa interior.
El académico estableció lo mucho que podría ayudar esta novedad en el día a día. "La nanotecnología nos permite generar diversas soluciones, tanto a problemas complejos, como a situaciones de la vida cotidiana", expresa el experto.
Además, el especialista concuerda en que este tipo de prendas permite el ahorro de energía en el hogar o en la oficina, ya que "esta ropa se adaptará a la temperatura corporal y así no vamos a tener que recurrir al aire acondicionado o calefacción a su máxima intensidad", dice.
En resumidas cuentas, el bolsillo de las personas se vería beneficiado gracias a estos ropajes, los que quizás impliquen una inversión inicial, pero que a la larga serán un gran aliado. "Es decir, en los días de olas de frío o extremo calor, con esta ropa inteligente podríamos sentirnos más cómodos, tener mayor movilidad y, además, abaratar costos en las cuentas de gas y electricidad", explica el académico.
Por ahora, en nuestro país no se están creando estas piezas, más que nada por falta de personal especializado, pero el interés existe.