Trabajador dio cuenta de los peligros que corren las personas que caminan por el centro de la capital. JC Rodríguez se mostró sorprendido y recibió una serie de mensajes.
En medio de un despacho desde el Paseo Ahumada, el periodista Luis Ugalde daba cuenta de los saqueos que afectaron a distintos locales del centro de Santiago.
Fue en este contexto que un comerciante se acercó al comunicador de Contigo en la mañana para contar su versión de los hechos y relatar la compleja convivencia con distintos ilícitos, a plena luz del día.
En concreto, el trabajador se refirió a los denominados “cepillazos”, y que consiste en el supuesto obsequio de cepillos que, luego de algunos segundos, son cobrados a la fuerza.
“Esto llegó cuando llegaron los chicos inmigrantes. Te pasan el cepillo de dientes, te lo ofrecen como un obsequio, pero a final de cuentas debes pagarlo. Te piden 5 mil o 3 mil, pero tienes que pagar o te intimidan”, explicó el hombre, sobre lo que estaría ocurriendo a metros de La Moneda.
“Nosotros denunciamos a la municipalidad, Carabineros se los ha llevado detenidos, pero vuelven. Son los mismos. Generalmente se ubican cuando están todos los comerciantes ambulantes”, añadió.
Además, reconoció que “dos veces me han ofrecido a mí y yo no los he tratado muy bien”.
Sorprendido por el relato del entrevistado, Julio César Rodríguez procedió a leer una serie de mensajes que recibió por WhatsApp. En los textos, sus amigos y televidentes le confirmaban la existencia de este delito.
Mensajes a JC
“Eso que dice el señor en el Paseo Ahumada es muy cierto. Es una estafa. También ofrecen cinturones. Son prácticas que hacían en Venezuela desde hace muchos años y ahora las exportaron al Paseo Ahumada. Estoy cansado como venezolano de verlos”, le detalló un cercano.
Luego, el animador contó que “me escribe una amiga que trabaja en el centro, porque es periodista, y me dice ‘es verdad, cuando voy al trabajo están estos chicos extranjeros y se te acercan bastante. Lo que pasa es que en relato uno no puede dar cuenta de lo insistente que son’”.
En un tercer mensaje, una televidente le aclaró al periodista que es “práctica habitual desde hace dos años, JC, la tele siempre llega tarde”.
A modo de broma, el comunicador sentenció: “Llegamos dos años tarde, pero llegamos. ¿Y dónde está el Tío Emilio?”.