Con sus propias manitos y en tiempo récord, para no malgastar ni un sólo segundo a la hora de agarrar su turno en el ring de cuatro perillas, los reos de la cana de San Felipe enchularon sus venusterios, más conocidos como las piezas donde se les permite ver el ojo a la papa.
Los reclusos, más felices que famoso en gala festivalera, recibieron la buena nueva que habían ganado recursos para dejar como nuevas las tres piezas donde los cabros con buena conducta reciben el beneficio de visita conyugal.
Por lo mismo, los más secos pa' la contru y las instalaciones eléctricas pusieron manos a la obra y trabajaron como chinos para dejar mejor que hotel cinco estrellas la pieza del amor.
En total los cabros hicieron maravillas con el millón 300 mil pesos que le pasaron, ya que con esas lucas pudieron comprar camas nuevas y jubilar a las antiguas que con el constante ir y venir sonaban más que arpa vieja.
Junto con ello adquirieron veladores, tazas de baño, eso sin contar el pintado y la reparación del sistema eléctrico de dichas dependencias.
El jefe de la cana de San Felipe, mayor Felipe Cornejo, se mostró conforme con los trabajos y aseguró que "estamos trabajando con un grupo de usuarios de la misma unidad penal y con recursos que aprobó la institución con el fin de mejorar las condiciones de la visita íntima. Los internos lo valoran porque pueden mantener una visita digna. Están bastante contentos".
BUENA CONDUCTA
Actualmente, entre imputados y condenados, son 63 las personas que participan de este programa.
Según explicó la sicóloga del recinto, Andrea Sepúlveda, el único requisito para poder obtener este beneficio es "tener buena conducta, al menos el último bimestre antes de la postulación. Una vez que ellos presentan esa postulación, se entrevista a la persona que él presenta como su pareja estable, y esta debe tener al menos una relación de seis meses, que es lo que corrobora la asistente social, o en su defecto que ellos tengan un hijo en común o que se encuentren casados".
Uno de los cabros que accedió a este programa es Max Sepúlveda, quien hace tres meses puede tener encuentros íntimos."El beneficio para nosotros, que tenemos una pareja estable, es fortalecer el vínculo matrimonial a través de la vida íntima propia de la pareja. Ya uno pone de su parte con una actitud con la pareja, pero el espacio que esté mucho más lindo nos ayuda a pasar un momento agradable con nuestras mujeres", aseguró con una sonrisa de oreja a oreja.