Lo que parecía un simple control de tránsito pa' funcionarios de Carabineros, acabó en otro singular caso de detención de un vivaracho delincuente.
Sucede que este sábado 9 de abril un contingente de carabineros detuvo en un control vehicular a un par de tipos que no quisieron detenerse al ser requeridos por la policía en el sector del barrio Franklin.
Al comprobarse la identidad de los sospechosos en la comisaría del sector, el chofer del automóvil quedó en libertad por no tener ninguna orden de detención pendiente y citado al tribunal por manejar sin tener sus documentos. Sin embargo, su acompañante (de iniciales E.A.A.F.), quien no portaba ninguna identificación, quedó retenido.
La sorpresa del caso es que, al ser registrado por la policía, se le encontró una bolsa de joyas, avaluadas en poco más de 2,5 millones de pesos, las cuales el detenido no pudo explicar de donde provenían.
Con un poco de presión sobre sus hombros, el caco reconoció que las piezas eran robadas, pero en su desesperación por no caer precioso le ofreció el botín a los guardianes del orden y la seguridad. Craso error, ya que los polis le agregaron el delito de cohecho al pastelazo de andar sin documentos y con una orden de detención pendiente.
Ahora el vivaracho imputado quedó a disposición de la Fiscalía pa' su primer control de detención este domingo por el delito de cohecho y orden de aprehensión vigente, mientras la SIP de la Cuarta Comisaría investiga la procedencia de las joyas robadas por el ladrón.
