Ladrones profanos robaron hasta el burro del pesebre

La comunidad del sector de Licantatay, en Calama, jamás  imaginó que un grupo de rateros sacrílegos les aguaría la celebración del Día de Todos los Santos.

A primera hora del sábado el marido de la señora Silvia Berna llegó a la iglesia San Juan Bautista para preparar la fiesta religiosa, pero su sorpresa fue mayor  al encontrar las puertas de la parroquia abiertas. El hombre llamó a un vecino y al ingresar al templo cacharon que unos cumas se habían pelado las vestimentas de todos los santos. Además chorearon luces, adornos religiosos y un bello pesebre, orgullo de la iglesia. 

"Se lleveron el pesebre nuevo que costó más de 180 mil pesos. Desaparecieron casitas, animales y hasta la estrella de Belén", dijo la compungida secretaria de la junta de vecinos de Licantatay, Silvia Berna, quien hizo la denuncia a la Primera Comisaría de Carabineros de Calama.

Según consta en la denuncia, los profanos ladrones hurtaron figuras de yeso tales como San José, la Virgen María, los tres Reyes Magos, el cordero y hasta el burro desaparecieron del pajar. ¡Sólo se salvó el Niño Jesús!

"Estamos afectados e indignados por este robo. Ojalá que podamos recuperar nuestro querido pesebre para celebrar la Navidad con nuestros niños", dijo Doña Silvia.

El teniente coronel Luis Soto, comandante de la mencionada comisaría de los verdes, señaló que "la SIP está investigando. Ya hay algunos antecedentes para establecer quiénes son los autores del hecho".

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