Lanzas de celulares no podrán ni chatear con la Operación Roaming

O sea, es que hay que ser terrible de pollo como para no cachar que Scotland Yard es una de las policías más influyentes del mundo.

Si incluso, car’e palo, cuando los chascones de los Beatles (no los pickles ni los flipers) hicieron su único concierto en una calle de Londres, más famosos que Peter “La Anguila” con las minas e idolatrados por todos, fueron los paquitos de Scotland Yard que dijeron nones.

Habían tocado 42 minutos exactos de ese 30 de enero del 69. Fue en pleno techo de un edificio de la calle Saville Row, la misma arteria de la marca de camisas posom.

Ahí a los costureros se les soltaron las trenzas, a las empleadas de las oficinas se les cayeron los calchunchos, pero igual el show se fue a las pailas.

Todos pa' la jato. La noticia dio vuelta el planeta, pero no sorprendió a nadie, porque esta institución uniformada, de azul profundo y gorras con incrustaciones metálicas ya roncaba en Inglaterra hace ratito.

Y de hecho, el de los músicos fue un procedimiento rasca comparado con investigaciones de primer nivel, asesorías al mundo en materia policial, y con un currículum del porte del Palacio de Buckingham, al haberse echado al bolsillo a miles de lanzas, estafadores, asesinos, curaos, volaos, etc.

Le hablamos de toffees y extranjeros. Por eso es que Chile se contactó con ellos a través del Ministerio del Interior para solicitarles asesoría en el ámbito de las especies robadas.

Claro, porque los amigos de la mano ajena en el país de la chicha y la empaná venden el choreo bien baratito en ferias y galpones fondeados. Pero cuando a uno lo afanan, pucha que duele. Así que Cristóbal Lira, el chileno subsecretario de Prevención del Delito, acompañado de una delegación de la PDI y su subdirector operativo, Juan Baeza, la hicieron corta y partieron a plantear su experiencia en el ramo y pedir asesoría.

En menos de lo que dura una piscola a medias, a los chilenos les saltó la liebre, porque los ingleses las cachaban todas.

De hecho, tienen el departamento de Registro Nacional de Bienes, Mercado de Bienes Robados y Marcación de Bienes. El último punto dejó nocaut a Lira, porque para los celulares pegaría perfecto en Chilito.

¿De qué se trata? En noviembre saldrá en nuestro país la posibilidad de inscribir todos los teléfonos móviles en www.registralo.cl, donde se podrá inscribir el código interno del aparato recién comprado (en el usadito también se puede hacer) para que si es que se lo chorean quede bloqueado para siempre.

Recuerde que ahora el sistema existe, pero es mula, porque las compañías lo dejan sin señal y por cinco lucas se lo desbloquean en el mercado negro.

“También si un policía tiene dudas de un aparato en manos de un desconocido, se lo puede pedir para periciarlo y si le encuentra el código inscrito, habrá un procedimiento con el individuo y seguramente se le entregará al propietario’’.

La campaña vendrá acompañada de una lupa para no quedar ciego y ver con nitidez los códigos en los celulares. También se podrán inscribir más bienes, tales como televisores, notebooks, y diversos artículos electrónicos.

El subdirector de la PDI anunció que si el tema prende con bencina, que es lo más probable, "aumentaremos la dotación de los Gebro (Grupos Especiales de Bienes Robados) en todo el país''.

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