Pese a que la fiscal Carmen Gloria Agurto informó que el “Monstruo o Carnicero de Lolol” no presentaba antecedentes siquiátricos, sus vecinos en la Región de O’Higgins ya cachaban que el vendedor de antigüedades estaba rayado.
Si bien la representante del Ministerio Público explicó que en los hospitales de Lolol y Santa Cruz no hay registro de que Óscar Segundo López Rodríguez (39) hubiera recibido algún tratamiento mental, los residentes del sector ven los salvajes crímenes como el punto cúlmine del orate.
La decapitación de una profesora de educación física y el hallazgo de otra víctima sin cabeza oculta en su domicilio no se explican como la obra de una persona sin condenas y con apenas dos detenciones previas, una por lesiones leves y otra por hurto simple.
Sólo la locura puede entregar la respuesta, y López tenía fama de loco, introvertido y raro. Y esos actos demenciales tienen con los pelos de punta a la policía.
Sobre la eventual aparición de nuevas osamentas correspondientes a una tercera víctima del “Monstruo de Lolol”, el comandante Patricio Salazar, de la Prefectura de Colchagua, indicó a La Cuarta que “no nos cerramos a nada”.
1- PIDIÓ MEDIALUNA PARA BATIRSE A DUELO
Un funcionario de la Municipalidad de Lolol contó a La Cuarta que hace unos meses López solicitó que le prestaran la medialuna comunal, ubicada camino a Santa Cruz, para batirse a duelo con uno de los enemigos que tenía en la zona, convencido de que estaba en la época del Viejo Oeste.
2- ENVIADO DE DIOS Y CON PERRO MESÍAS
Con el mismo entusiasmo, el rayado también gritaba que él era un enviado de Dios y aseguraba que el perro que paseaba en su bicicleta, llamado Pillín, iba a salvar a la humanidad. “Tenía a todos convencidos de que su perro se iba a convertir en el nuevo Mesías”, relató su vecina Gladys Gaete.
3- OBSESIÓN POR LAS CABEZAS
Cuando le bajaba la locura, Óscar López siempre transmitía con cortar cabezas. A quien lo escuchaba le decía que quería un helicóptero para volar con ellas colgando, y a un funcionario de la muni le recalcó que cuando ganara un duelo llevaría la cabeza de su rival al cementerio puesta como sombrero.
4- IBA A LA FERIA ARTESANAL DISFRAZADO DE SAMURÁI
López también tenía como costumbre pasearse con palos en una feria artesanal, meneándolos de un lado para el otro, como si fuera un samurái.
Mario Bravo, dueño de una chichería, sopló que vio a López cuando se entrenaba pegándole combos a un saco con arena que colgó en el patio.
5- ASUSTABA A ABUELITOS QUE COBRABAN PENSIÓN
Entre las locuras que más llamaban la atención de los habitantes de Lolol, que estaban curados de espanto, destaca la costumbre que tenía el vendedor de antigüedades de pararse afuera del centro de pagos del INP, en la plaza de la comuna, a gritarles a los viejitos que todos morirían de cáncer.
6- VIVIÓ EN COMUNIDAD CON PINTA DE SECTA
Antes de instalarse en la zona urbana de Lolol, López vivió en el cerro Los Robles, en compañía de al menos 15 integrantes de una comunidad ecológica con pinta de secta, similar a la que se funó en Pirque. “Me recomendó hacerle una sanación con flores a mi hijita”, contó una bombera vecina del loco.
7- FANÁTICO DE LA YERBA
Debido al hallazgo de 20 gramos de marihuana realizado el jueves en su hogar, carabineros del OS-7 ayer inspeccionaron la casona de adobe y encontraron una nueva partida de droga: 400 gramos dentro de una maleta vieja y otro resto en una bolsa.
“Se notaba que pasaba volado”, indicó Alicia, la misma bombera.
8- DE PURO RENCOROSO NO COMPRABA EN ALMACÉN
Gladys Gaete, dueña del almacén “Ely”, recordó que porque una vez no le vendió fiado unos fierros él le quitó el saludo. “Eso lo enojó mucho y en vez de venir a comprar a mi negocio prefería ir a un supermercado, que queda varias cuadras más allá. Prácticamente yo me morí para él”, sostuvo.
9- VECINO DE MAL CARÁCTER Y AGRESIVO
“No saludaba a nadie y cuando se le acercaba alguien bajaba la mirada. Tenía mal carácter y una conducta agresiva. Nunca supimos si tenía familia porque nadie lo visitaba, solo los clientes que llegaban a comprarle antigüedades y los cabros que piteaban con él”, relató la vecina Rosa Cordero.
10- UN HOMBRE SOLITARIO Y RODEADO DE MASCOTAS
Aunque se casó en 1992 y según sus ex vecinos del sector Los Boldos de Santa Cruz tiene un hijo adolescente, el anticuario Óscar López se separó y vivía completamente solo en un caserón de adobe de la avenida Los Alerces. Su única compañía eran sus perros, todos gordos y bien alimentados.