Con la obligación de sumar un título durante un irregular 2016, Colo Colo llegaba al Estadio Nacional pa' jugar la final de Copa Chile, frente a un rival como Everton, que prometía complicarle la pega.
Y aunque en los primeros minutos de la mocha el cuadro ruletero metió cuco con su juego ofensivo, bastó que Octavio Rivero la mandara a guardar (25') para que el Cacique fuera puro relajo.
El infalible Esteban Paredes marcó un par de pepas, Ramón Fernández se comió el mediocampo y hasta el cuestionado Gonzalo Fierro se adueñó de la banda momia. Así las cosas, no sorprendió que la primera patita terminara con un claro 3-0.
La segunda etapa fue pa'l relleno. "Don Ramón" anotó el cuarto, Guede cambió a los astros y la hinchada alba festejó un nuevo título. Luego de 20 años sin levantar la Copa Chile, Colo Colo ganó, goleó y gustó a lo grande. Revisa acá las claves de una histórica boleta:
PAREDES
La primera pelota que tocó, dio en el palo. Esteban Paredes, pintado pa' este tipo de partidos, se anotó con dos goles al más puro estilo de "Visogol". Como si los años no pasaran por él, el "7" del Cacique abrochó un nuevo título con la camiseta del Colo, siendo el principal protagonista de la campaña. Un crack.
UN PAJARILLO
Con la responsabilidad de suplir a Jaime Valdés, expulsado en semis frente a Católica, Gabriel Suazo, sub 20 y gran promesa del Colo, la dejó chiquitita en mediocampo junto a Esteban Pavez. El cabro, que viajó a Gringolandia junto a la Roja campeona de América, demostró de lo que está hecho.
NI UN CONDORO
Aunque le costó un mundo encontrar la retaguardia perfecta, Pablo Guede le dio al clavo con el tridente Zaldivia, Barroso y Baeza. El angelino y par de argentinos, hicieron un partido casi perfecto ante Everton que, salvo por pelotas detenidas, apenas probó a Paulo Garcés.
DUPLA RO-RA
Martín Rodríguez y Ramón Fernández se lucieron en la gran final de Copa Chile. El argentino se anotó con un gol (tras asistencia del ex Huachipato), mientras que el joven seleccionado chileno, hizo lo que quiso por su banda. En definitiva, dos figuras claves de la "Era Guede".
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