Llegamos a la última fecha del Torneo Apertura 2014-1015, y los tres equipos que aspiran a la corona -Colo Colo, Universidad de Chile y Santiago Wanderers- no sólo apelan a los entrenamientos para lograr el objetivo máximo.
En estos instantes cruciales también juegan otros factores, las famosas cábalas, en las que muchos no creen pero que siempre han estado presentes en el fútbol.
Conoce las de albos, azules y caturros a pocas horas de que se definan sus suertes.
Colo Colo
-Los golpes de Gonzalo Fierro
El capitán de los albos golpea tres veces las puertas del camarín que recibe a su equipo, para espantar las malas vibras y llamar a la buena suerte.
-Ayudita divina
Julio Barroso y el “Quili” Vilches comparten la palabra de Dios con sus compañeros, durante la concentración. La lectura se realiza en la pieza del “Almirante”, en la tarde previa a las mochas.
-La polera negra
Héctor Tapia ha dirigido todos los partidos con la misma polera negra que ganó la “30”. Es tanta su obsesión, que hasta el logo de la marca de chela que auspicia al Cacique se le ha despegado y se la han tenido que arreglar.
-Esteban Paredes viaja solo
Para concentrarse antes de los encuentros, el goleador se sienta solo en el bus que traslada al equipo a los estadios. Generalmente, va escuchando a Romeo Santos y con gafas Armani, aunque esté nublado.
-Se enchulan los jueves
Es otra de las costumbres que viene del torneo pasado: las estrellas albas se cortan el pelo sólo ese día y para ello llaman a los estilistas Guillermo Cifuentes y Luis Labarca.
-Cumbia villera
Escuchan reggaeton, bachata y rock, pero el grupo que abre la fiesta es Amar Azul. La banda es argentina, toca cumbia villera y sólo deja de sonar cuando Noche de Brujas cierra la sesión.
Universidad de Chile
-Los calzoncillos
Pepe Rojas lo ha dicho en más de una ocasión. Cada vez que debe saltar a la cancha en un partido importante, se chanta la misma ropa interior. Y ojo, que Bryan Cortés -aunque es suplente- hace lo mismo.
-Infaltables asados
Es un clásico de todos los días jueves. En el CDA se improvisa una mesa de té club y tanto jugadores como cuerpo técnico se azotan con una carnecita en la parrilla
-Son puro amor
Los corazones les salen por los ojos a los jugadores de la “U”. Por eso, antes de saltar a la cancha, agarran el celu para comunicarse con las patronas. Los más expresivos son Gustavo Canales, el Nacho Duma, Pepe Rojas y Pato Rubio.
-Viajan en lote
Antes de cada concentración, en el Bulla se agrupan pa’ virar al hotel y, por lo general, lo hacen en los mismos piños. ¿Y cuando van en busx?x El Johnny ocupa el mismo lugar: solito en el primer asiento, en el segundo piso.
-El "DJ"
La música del camarín no varía mucho en comparación con otros clubes, pues les gusta el reggaeton y la bachata. Claro que los más prendidos a la hora de poner “play” son Magalhaes y Ramón Fernández.
-¿Y el matex?x
Típico de los charrúas y argentinos del equipo. Claro que algunos chilenos también cayeron en la tentación. El líquido los relaja y siempre aparecen con el recipiente de madera bajo el brazo.
Santiago Wanderers
-La virgencita del profe
Emiliano Astorga es un devoto de la Virgen de Lo Vásquez y como su palacete queda en Curacaví, todos los días pasa a saludar a la Patroncita. Si llega a levantar con el Wanderito la copa tendrá que entrar al templo arrodillado.
-Las velas del "Pájaro"
Jocelyn Cabrales, la iñora de Roberto Gutiérrez, tiene encomendado a su pierna peluda a siete milagrosos y en cada mocha le prende velas a la Virgen de Guadalupe, al niñito Jesús, San Francisco de Asís, San Expedito, Sor Teresa de los Andes, la Virgen de Lourdes y a la Difunta Correa. La gracia es que las dejas prendidas en la guarida del “Pájaro” y de ahí se larga a alentarlo a la cancholia.
-Arenga de Jorge Ormeño
A minutos de salir a la cancha, el plantel de Wanderers se juramenta ganar y darle una alegría al puerto. En ese momento varios sacan el habla, aunque el único que se repite el plato es Jorge Ormeño, que los deja con el espíritu listo pa’ la guerra.
-Náufrago
Desde que Mauricio Viana volvió a la titularidad, nunca más le dio un besito a la prestobarba y se dejó la mansa champa en la pera. El mostachín le trajo suerte y el atajapepas se la dejó de cábala.
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