A las "mascarillas 3D" les falta la pura certificación

Prometen ser una protección rápida ante el saturado mercado, pero estos artículos lanzados por la empresa Copper 3D deberán esperar el visto bueno para ser considerados realmente efectivos.

Hasta la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha visto urgida por la escasez de mascarillas certificadas a nivel global para evitar el contagio del coronavirus.

Pensando en esta grave situación es que la empresa Copper 3D, conformada por un grupo de chilenos y gringos que fabrican interesantes productos a través de impresoras de tres dimensiones (3D), desarrollaron un artículo alternativo hecho con materiales antimicrobianos y antivirales.

Las nanopartículas de cobre serían clave en su composición, ya que este material posee barreras contra microorganismos de este tipo.

Hace poco, Copper 3D lanzó la campaña Hack the Pandemic (Cortar la Pandemia), que consiste en un código de libre acceso en el mundo, para que cualquier poseedor de una impresora 3D pueda fabricar estas mascarillas. Y justamente es esto una importante medida, considerando que las cadenas de distribución están caídas casi a nivel planetario a causa del Covid-19.

Efectividad

El nanocobre ha tenido éxito contra bacterias como Escherichia coli, Staphilococcus aureus MRSA, Listeria y Pseudomona. Pero Daniel Martínez, director de Innovación de Copper3D, señaló que aún no comienzan las investigaciones específicas contra el coronavirus, debido a la dificultad de trabajar con un agente tan peligroso y restringido.

Para Laura Börgel, encargada de bioseguridad del Departamento de Medicina de la Universidad de Chile, no es recomendable el uso de estas mascarillas mientras no haya una certificación oficial, aunque no descartó que podría llegar a ser una gran alternativa en un futuro. "Si no tiene certificación, no es recomendable usar una mascarilla, porque puede entregarte una falsa confianza. A lo mejor, si es que obtiene la certificación, te puede abrir una puerta importante porque probablemente tendrá una duración mayor. Lamentablemente, hay que tener esas pruebas para poder establecer realmente qué es lo que pasa con el virus al entrar en contacto con la mascarilla", explicó Börgel a La Cuarta.

Coincidió con la experta el infectólogo de Clínica Las Condes, Rodrigo Blamey, quien indicó que "si alguien produce una mascarilla con propiedades antimicrobianas, esta tiene que tener certificación, porque sin ella puede distribuirse cualquier producto, sea cual sea su calidad, y uno no puede saber si su protección es real o no".

Los expertos aseguraron que es indispensable que las mascarillas de protección contra el coronavirus sean certificadas por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) o por la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA), algo que debe venir expresamente informado al momento de adquirir el producto.

Laura Bôrgel, encargada de bioseguridad del Departamento de Medicina de la Universidad de Chile

Las únicas mascarillas que deben usarse son básicamente las que están ya certificadas por la EPA o por el CDC, que son las N95. No hay otra certificación, porque la protección está relacionada con el tamaño del filtro: tiene que ser suficientemente pequeño para atrapar el virus.

Se ha demostrado que los cobres tienen un efecto bajo ciertas condiciones, entonces la certificación tiene que ser decidida considerando el tamaño y las características del material.

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