Las medidas que se adoptaron tras el terremoto del 2010

Sin dudas, el Terremoto 8.8 richter que el 27 de febrero del 2010 sacudió a buena parte del país puso en alerta a las autoriades de la época, principalmente porque los organismos de emergencias no contaban con la preparación adecuada para un evento de esta naturaleza.

Por lo mismo, tras el devastador movimiento telúrico motivó a que tanto la Onemi como el Shoa avanzaran en ese sentido y adoptaran medidas para enfretar situaciones similares de ahí en adelante.

Por eejmplo, tras el 27F la Oficina Nacional de Emergencia comenzó a desarrollar un sistema integral de Protección Civil, el que ya estuvo operativo para los sismos  de Iquique en 2014 (8,2° Richter), Coquimbo en 2015 (8,4° Richter) y Chiloé en 2016 (7,6° Richter).

"La inversión de Chile en infraestructura resiliente, sistemas de alerta temprana y planificación urbana ha asegurado que las muertes hayan sido bajas en esta ocasión, a pesar de la intensidad del terremoto", sostuvo en su momento Margareta Wahlström, entonces jefa de  la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR), tras el terremoto de Coquimbo.

En tanto, el director nacional de la Onemi, Ricardo, Toro, agregó también en su minuto que  el cambio climático y la mayor exposición a zonas vulnerables "obligan a considerar escenarios más complejos. Frente a esto se requiere un marco legal vinculante y transversal que permita emplear integradamente las capacidades".

Otros cambios que se llevaron a cabo desde el 2010 guardan relación con las direcciones regionales creadas en 2008, las cuales comenzaron a operar en 2010 con seis funcionarios 24/7. Sin embargo, ahora cada una tiene 15 o más personas y Centros de Alerta Temprana (CAT) conectados al nivel central (CAT Nacional) y sus respectivos Sistemas Regionales de Protección Civil.

Mejoras

Además, se establecieron sistemas de comunicación redundantes –Red Satelital de Emergencia y Red Nacional de Telecomunicaciones HF– y vehículos con radios satelitales.

Incluso, se generaron protocolos claros, procedimientos estandarizados, pruebas de telecomunicaciones y simulaciones. De hecho, se implementó el Visor de Gestión de Riesgo de Desastres (GRD), un sistema que identifica las zonas de riesgo y más de 40 mil datos de infraestructura crítica que puede ser afectada, junto con un Sistema de Alerta de Emergencia a través de telefonía celular (SAE) y sirenas en el borde costero para evacuaciones en caso de tsunami en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, O'Higgins y Maule.

Temas Relacionados

COMPARTIR NOTA