Es común que en los últimos meses del año el organismo comience a entregar molestas señales que avisan que algo no anda bien. Ejemplos hay muchos, nos precisa de una Constanza Voigt, sicóloga de Red de Salud La Araucana:
- Las relacionadas con el término o comienzo de procesos educativos, como la PSU, licenciaturas, exámenes de grado, postulaciones a carreras universitarias y nuevos colegios.
- Las asociadas al trabajo que requieren consolidar metas con alta demanda y sobrecarga laboral.
- Las creadas por las fiestas de fin de año, como el consumismo pre navideño, o la organización de fiestas de Año Nuevo.
La caperuza agrega que "incluso dejar trámites para el último momento, planificar vacaciones o el aumento de peso pre verano, no asumido cada vez que nos miramos a un espejo, desencadenan eventos de ansiedad, respuesta emocional y alerta que trae consigo al enemigo favorito del siglo XXI: el estrés".
ESPECIALISTA CONTRA EL ESTRÉS
Para la sicóloga Verónica Selman, del Servicio de Salud Metropolitano Central, el estrés puede llegar a afectar seriamente la salud de las personas, ya que "es una reacción fisiológica del organismo frente a las diversas situaciones que generan una sensación de peligro".
Selman agrega que es clave "poder detenerse un momento y analizar nuestros estilos de vida: qué hacemos y cómo lo hacemos, y así poder determinar conscientemente cuáles son los factores que están facilitando la mantención de estrés".
A su vez, la profesional señala que "al enfrentar el fin de año debemos ser pacientes, no acelerarse ni sobrecargarse de trabajo o compromisos. Aprender a decir que no y no pretender hacer todo lo que no hicimos en todo el año de una vez".
Las tareas que queden pendientes, más que un problema se pueden convertir en un motivador y un desafío para el año que viene, aconseja.
PAPITAS PA' RELAJAR LA VENA
- Comer sanamente, evitando la ingesta de alcohol, café y tabaco y aumentando la ingesta de frutas, verduras y agua.
- Respetar las horas de sueño nocturno que requiere nuestro cuerpo para descansar.
- Realizar ejercicios físicos regularmente ayuda a aliviar el estrés. Bicicleta, trotes suaves, caminatas por media hora, tres días a la semana, es una buena medida. La endorfina que se libera con el deporte produce adrenalina, que a su vez favorece en múltiples aspectos como facilitar el sueño, aliviar la tensión muscular o estabilizar el ánimo.
- Es importante regalarse "mini recreos" durante el día y también dar espacio a la risa y el humor. Estirarse y caminar un rato para luego continuar las labores. Estimular otras áreas del cerebro ayuda también a evitar los pensamientos ansiosos. Y al igual que el ejercicio físico, es mejor si se realiza al aire libre y en compañía.
- Para relajarte no necesitas salir siempre del lugar donde estés. Otro buen ejercicio es respirar profundamente, realizando pequeños ciclos de respiración por la nariz e intentando "desconectarte" por unos segundos. Si cierras los ojos mientras respiras, eso favorecerá poner atención sólo en la respiración en ese momento.
- Escuchar música relajante o de cualquier estilo que te agrade, en la oficina, en el lugar de estudio, o en los trayectos desde o hacia la casa, también alivia las tensiones y ayuda a mantener una actitud positiva y optimista.
- Identificar los factores de estrés, haciendo una lista de todas las tareas y actividades que debes realizar e identificando las que más te estresen, de manera que puedas organizar tu horario y mentalizarte para desarrollarlos en calma.
- Planificar las cenas de los días 25 y 31 ayuda a tomar decisiones saludables y a evitar el estrés de las filas en el supermercado y los tacos. También alivia las tensiones definir un presupuesto previo -al igual que con los regalos- y al decidir con anticipación dónde pasará esas jornadas.
- Ordenar las tareas pendientes según prioridad, haciendo una lista realista y de acuerdo a su importancia.
- No se complique por los regalos. Una buena idea es guardar las listas de año a año. Evita repetirse y puede "reciclar" buenas ideas. Y también considerar, por ejemplo, que hay regalos que sí se pueden repetir sin mayores problemas, en especial en el caso de personas que no se conocen entre ellos.
- Realizar una tarea a la vez. Fijarse 'submetas' a corto plazo e ir avanzando una por una, así como aprender a delegar, ayudan también a reducir la ansiedad y a valorar lo que ya se ha hecho y no centrarse en lo que falta por hacer.
- Respetar los horarios de comida y descanso. No "saltarse" las comidas ni almorzar en el escritorio de trabajo. Disfruta la comida y la pausa que significa.