A pesar de que las fantasías sexuales no tienen género, hay algunas que se repiten en la cabeza de casi todos los hombres y que muy pocos logran confesar a sus parejas por temor a que lo traten de pasado para la punta o quedar de frentón como un mente de alcantarilla.
Desde siempre han existido adanes de privilegiada imaginación que darían parte del cuerpo, no cualquiera por cierto, por experimentar algunos de esos sueños eróticos.
Los sitios nosotras.com y tripeomusic.net, resumieron las ocho fantasías sexuales más recurrentes en la cabeza de todo macho y que quizás algunas mujeres conocen.
1
Quieren locura
Muchas parejas y sobre todo "ellas" buscan desesperadamente vincular el sexo con el profundo amor y dejan de lado lo físico para sublevar los sentimientos. Los extremos nunca son buenos y aunque muchos lo nieguen el amor no significa que el deseo carnal deba anularse. Por eso todo Tarzán quiere una Jane desenfrenada y re apasionada en la cama.
2
¡Experimentemos!
Los hombres no soportan que las mujeres sean tímidas y que no se atrevan a experimentar otro tipo de cosas, como juegos, posturas y las más diversas fantasías.
3
Al país
DIcen que muchas féminas disfrutan cuando sus parejas les practican sexo oral, pero son re malonas cuando les toca a ellas. La mayoría de los hombres lo hacen esperando recibir una recompensa e intercambiar papeles.
4
Que nunca digan no
Es normal que el cansancio a veces juegue en contra y de cuando en cuando una mujer diga no, pero cuando se transforma en un constante, todo se va a las pailas.
5
Una mujer atrevida
La rutina mata la pasión, por eso todas las nuevas ideas son bienvenidas y no hay hombre que no quiera ser atacado en la cocina, la ducha, en una escala o incluso en un lugar público, como en la escasa intimidad que ofrece un auto a un costado de la carretera.
6
Verlas jugar
El "autonanai" femenino debe ser una de las experiencias más sensuales y excitante para un hombre. Ver cómo sus parejas juegan solitario es una idea que constantemente ronda en ellos.
7
Utilizar disfraces
No hay hombre en este planeta que no guste jugar, y si el cuento es con un disfraz, como es el de la tradicional enfermera o policía, la imaginación se va a la estratósfera.
8
Grabarse
Visuales a morir, a todos los integrantes del género masculino le encantaría poner una cámara frente a la cama y darle rec para posteriormente, juntos disfrutar de las tomas.
