En el papel -solo en el papel- Alemania llegaba a la Copa Confederacioens con el equipo B. Joachim Low aperraba con puros carachos nuevos, sin ninguno de los hombres importantes que acostumbra habitualmente.
Así armó un plantel con una edad promedio de 24 y 4 meses. Pero eso no significó que fuese a probar a Rusia. Con figuras como Ter Stegen, Ginter, Kimmich, Goretzka, Hector, Stindl, Emre Can, Werner y Draxler.
Si justamente estos últimos dos se llevaron el premio como 'Bota de oro' y 'balón de oro' del torneo.
Un rendimiento que quedó demostrado desde el primer minuto en la Copa Confederaciones. Anotaron 12 goles en total, 197 recuperaciones y el 83% de efectividad en los pases. Argumentos que se concretaron en la final, venciendo a Chile y alcanzando la última copa que le faltaba en su vitrina.