“Tenía toda una vida por delante”, lamentó entre lágrimas Eliana, la mamá del pequeño, mientras lideraba una protesta contra el recinto médico, al que acusa de negligencia.
El 25 de diciembre, plena Navidad, fecha que para muchos suele ser una oportunidad para descansar o celebrar junto a los seres queridos, se transformó en la pesadilla de una familia en Argentina.
Todo comenzó unos días antes, cuando Eliana notó que su pequeño, de 2 años y 8 meses, tenía sangre en su boca. Preocupada, rápidamente lo llevó a un recinto asistencial. Más específicamente al Hospital Castex de San Martín, donde le hicieron un chequeo y la tranquilizaron explicando que su hijo estaba sufriendo como resultado de un huevo por paperas. Le insistieron en que no se trataba de nada grave y que se curaría pronto, que tenía que tomar mucha agua.
No hubo medicamentos, ninguna recomendación más allá. Incluso, al cabo de un rato, lo enviaron a casa. Pero, según consignó el diario Crónica, allá su estado de salud se deterioró, al punto de que falleció ese día, el de Navidad, el que debía ser pura felicidad.
“Ellos no hicieron nada por mi hijo, ellos dejaron que mi hijo se muriera”, dijo Eliana a las cámaras, mientras lideraba una protesta contra el recinto.
“Yo lo venía trayendo hace dos semanas y me decían siempre que tenía algo distinto. Ellos dejaron que mi hijo se muriera”, agregó, sin poder aguantar las lágrimas.
Y completó, apuntando que “le arrebataron la vida a un nene de 2 años y 8 meses que tenía toda una vida por delante”.
Nancy, tía del pequeño y que acompañaba la manifestación, entregó más detalles acerca del tratamiento que les recomendaron los médicos: “Mientras él tome agua, líquido y no se deshidrate, a él no le iba a pasar nada (nos decían)”.
“Mi hermana les dijo que estaba vomitando sangre y ellos dijeron que si le apretaba la panza y el bebé vomitaba, quedaba internado, pero como no vomitó, lo mandaron otra vez a casa”, cerró.