Nada menos que 100 pares de zapatillas desarmables le compró el "Loco" Bielsa a un grupo de vecinas de Colina que, a punta de suelas, lenguas y cañas que se ponen y sacan, está saliendo de la pobreza.
Fue el propio técnico de la Roja quien llegó a los estacionamientos del Parque Arauco, al lado del Sodimac, y se llevó 100 pares que después repartió entre sus seguidores.
"Nos dijo que eran para regalo y se llevó las cajas", recordó una de las dueñas de la tienda "Armo", Raquel Leguá, quien también tiene de casero al actor y comediante Fernando Larraín.
Las ahora microempresarias trabajaron como temporeras hasta agosto de 2009, cuando a Raquel le sonó la flauta con un proyecto que presentó a Lan Chile y la apuntalaron con 12 millones de pesos.
"Con ese dinero compramos las máquinas, género, pegamento, cierres y otros materiales e iniciamos el proyecto", dijo Raquelita.
El negocio se trata de vender zapatillas que se encachan a la pinta del cliente, ya que las suelas, cañas y lenguas se arman con cierres.
"De esa forma los caseros pueden combinar colores, usar cañas alta o baja y acomodarlas al calor o al frío, ya que tenemos zapatillas con material impermeable para la lluvia y de tela, especiales para el verano y la playa", dijo una de las dueñas del boliche.
La microempresa funciona en el campamento Los Aromos, en Colina, y les da empleo a Raquel, a sus hermanas, sobrinas y cinco vecinas del sector.
El trabajo de las vecinas fue exhibido en el Seminario de Sustentabilidad e Innovación Tecnológica, y se robó los aplausos y admiración de los empresarios que asistieron al brillo organizado por la Cámara Chileno-Alemana de Comercio.
"Nos felicitaron y mostraron como ejemplo de que la superación y el esfuerzo triunfan en cualquier clase social, por muy modesta que sea", dijo Raquel.
La comadre avisó que ella y sus compañeras hacen zapatillas a pedido, con los colores y diseños que el cliente ordene.