A 10 años de su emisión aún existe el sarcófago, que representa uno de los hitos más importantes de la novela.
Corría el año 2009 y una nueva teleserie nocturna se tomaba la pantalla de TVN. Hablamos de "¿Dónde está Elisa?", el drama que cautivó a los televidentes que conectaron con la historia de la desaparición de un ser querido.
"No sabemos cuál fue la verdadera conexión de la gente, pudo ser morbo o interés, ya que en Chile habían casos policiales que tenían relación con la trama. Yo creo que la gente quería saber que pasaba con esa problemática", comentó el director de primera unidad de la teleserie, Rodrigo Velásquez. Por su parte, el guionista Pablo Illanes asegura que parte del éxito de la trama fue "la mezcla entre lo policial y las emociones básicas humanas. Eso fue perfecto y resultó".
Diez años después, La Cuarta Sábado investigó uno de los episodios más relevantes del drama policial que generó revuelo a nivel social: la muerte y el posterior funeral de Elisa.
La grabación de ese momento se realizó en el Cementerio Parque Manantial, ubicado en la comuna de Maipú. Por lo que pudimos averiguar, en el área 3 del lugar estuvo la tumba de Elisa, con la lápida, durante tres años posterior al término de la teleserie.
Ahí llegaban diversos seguidores a dejar cuanta ofrenda se les ocurría, desde flores hasta peluches. "La gente venía y preguntaba ¿aquí fue el funeral de la teleserie?, nosotros le indicábamos el lugar. La lápida se transformó en una animita, por lo que tuvimos que tomar las precauciones para no incomodar a otras personas que venían a ver a sus seres queridos acá", comentó Erich Sandrock, gerente comercial de Grupo Nuestros Parques.
Lo que sí se mantuvo igual fue el sarcófago, que está visible para todos aquellos que decidan ir a conocerlo. "Quisimos conservar el espacio y el sarcófago, lo tenemos con una cadena, la gente pregunta y se le cuenta la historia", contó Sandrock.
¿Y la lápida? Nada se sabe, luego de sacarla por las malas condiciones nunca más volvió a su lugar original. "Cuando se dañó decidimos sacarla, en ese entonces se la llevó alguien encargado, nunca más supimos que había pasado con ella", finalizó Sandrock.
La carga emocional de la trama
La historia no solo cautivó a los televidentes, sino que también al equipo de producción, quienes se vieron afectados emocionalmente debido a la intensidad de las grabaciones. "La historia generaba emociones muy fuertes, no solamente a los actores, sino a todo el equipo que estaba detrás", comentó el director Rodrigo Velásquez.
Percepción que también comparte el guionista, Pablo Illanes. "Es real, las escenas eran intensas, cuando grabamos a Elisa encerrada en la cabaña, duró varios días. Por lo que uno tiene esa angustia súper latente. Además se acompañaba por la atmósfera de grabación, siempre eran nocturnas", concluyó.