En un verdadero poroto se ha convertido la Ley de Subsidio al Transporte Público, la que desde su promulgación el año 2009 ha permitido mejorar el acceso de la locomoción y la conectividad de más de 5 millones de chilenos que hacen patria en apartados lugares del calcetín de tierra.
La pulenta movida, básicamente, consiste en el financiamiento de iniciativas destinadas a rebajar las tarifas para los usuarios de buses de transporte público, mejorar la conectividad y fomentar el acceso a la locomoción en diversas ciudades y localidades apartadas del país.
Uno de los que ha sacado pecho con la iniciativa es el Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Andrés Gómez-Lobo. El caporal contó que, por ejemplo, en el caso del programa de Transporte Escolar Gratuito, en 2014 se contaban con 639 servicios operando en todo Chile, los que se espera aumenten en cerca de un 16% en 2016, llegando a 740 servicios de transporte escolar gratuito. ¡Chúpate esa!
“Con la Ley de Subsidio también se garantiza el acceso a la educación de 42 mil niños residentes en sectores apartados, quienes antes debían realizar enormes sacrificios para trasladarse hasta sus establecimientos educacionales”, explicó el ministro.
Todos agarran
Pero el subisidio no sólo nos tiene regalones con el traslado de nuestros pitufitos al gratín, ya que también ha implicado una rebaja de tarifas en buses que favorece a 4 millones de personas en 14 regiones.
Este aporte se distribuye según el tipo de regulación existente en cada sector. En ciudades con sistemas licitados de transporte público como Iquique-Alto Hospicio, Antofagasta, Gran Valparaíso, Rancagua y Gran Concepción, el valor del pasaje disminuye todo el año, tanto para adultos como para estudiantes.
En tanto, en ciudades con sistemas no regulados de transporte como Arica, Copiapó, Talca, Chillán, Temuco, Valdivia y Puerto Montt, este subsidio rebaja el pasaje a los estudiantes de educación media y superior al 33% del valor de la tarifa adulta, durante todo el año (el pasaje para estudiantes de educación básica es gratuito).
A toooodo esto, hay que sumarle que otras 400 mil personas obtienen conectividad mediante el subsidio de zonas aisladas. Pa’ que vaya cachando, actualmente existen en el país 577 servicios de este tipo operando en los modos terrestre, marítimo, fluvial, lacustre y aéreo.
En la pasada hasta el chucuchucu agarra lo suyo, ya que la ley ha permitido potenciar servicios ferroviarios, entre los que destacan la extensión del Biotrén a Coronel, el enchulamiento del servicio Corto Laja y adquisición de nuevos carros para el Metro Regional de Valparaíso.
Y pa’ hacerla completita, se han dispuesto recursos para el Programa de Renovación de Buses, que ha permitido el recambio de alrededor de 3 mil buses.