Linyerita del Mideplan: "Al verme la gente arrugó la nariz"

El martes se realizó la Enade 2010, un encuentro de empresarios topísimos que se junta a cambiar el mundo. Lo mismo que uno hace en un bar de mala muerte al calor de un vaso de pipeño y una pichanga, pero ellos lo hacen en Casapiedra, a todo cachete y con un rico cotelé.

En esta versión en la que el lema fue un finito "Viva Chile, mierda", los empresarios más influyentes del país quedaron impávidos cuando en medio de toda la formalidad, los terneros caros, las corbatas de seda italiana y las camisas más pulentas, apareció un verdadero viejo del saco.

Cochino, sucio, chorreado, con piñén hasta en el quetejedi y luciendo una chaqueta rota, apareció este mendigo que no era otra persona que el actor Cristián Espejo y que es parte de la campaña del Mideplan para erradicar la indigencia de un paraguazo.

El diario pop chachareó con el actor para que contara cómo vivió en carne propia las miradas feas de los empresarios.

"Mi experiencia fue bastante rica en el sentido de que encontrarse con ese personaje respecto a todos los otros que fueron a la Enade fue algo bastante fuerte", dijo el actor que es coordinador de la escuela de teatro de la Universidad Los Leones y que ha estado en películas como "Esperando la carroza" y "La Reina Isabel cantaba rancheras".

- Me imagino que las miradas fueron súper extrañas.

- Sí. Creo que para los empresarios fue bastante extraño y muy raro ver a alguien así metido en su mundo. Imagínate lo que es llevar a un personaje así, que no tiene ningún privilegio, adonde están todos los privilegiados.

- ¿Te sentiste medio discriminado?

- Claro, porque primero el gesto de la gente fue una cosa rara, así como que arrugaron la nariz y se preguntaban "qué hace este tipo aquí". Más encima después me puse a hablar cosas, aproveché de decir algo sobre la educación, pero de a poco me fueron queriendo y terminé dándolos vuelta a todos.

- ¿Cómo te preparaste para el personaje?

- Uno como actor siempre está mirando, así que me inspiré en todos los indigentes que he conocido en mi vida. El maquillaje lo hice yo y por ejemplo el piñén que tenía en la cara me lo hice con café en grano porque se veía mucho mejor. Fue una experiencia bien bonita.

- Todo para hacer conciencia.

- Así es. Ojalá pronto acabe la extrema pobreza.

SE VIENE EL CATASTRO CALLE 2010

El mendigo de la Enade fue una forma de dar a conocer el "Catastro Calle 2010" que se lanzó ayer y que permitirá gracias a la pega de 2 mil voluntarios, contar cuántos indigentes hay en las calles de Chiwi y cachar mejor sus necesidades.

"Esperamos darle una mano a aquellos que viven en condición de vulnerabilidad", dijo el guaripola del Mideplan, Felipe Kast.

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