Llamó a polis pa' salvarse de bruja que le aforraba y cayó por drogas

El tiro por la culata le salió al teclo Octavio Retamal Valenzuela, de 68 otoños, quien la mañana del lunes llamó a los carabineros para protegerse de las duras manos de su ex conviviente, quien le estaba sacando cresta y media en la comodidad de su hogar, ubicado en la población Juan Antonio Ríos, comuna de Independencia.

Los verdes se encontraron con un escenario digno de la lucha libre gringa: La eva de iniciales B.O. (37) tenía arrinconado al tata, quien se defendía como podía de los aletazos.

Retamal presentaba moretones en brazos y piernas, producto de la fleta express.

Cuando los funcionarios lograron apaciguar los ánimos, se percataron de que en la mitad del patio reposaba un misterioso huevito envuelto en huincha aisladora negra.

Pero había algo más: Cerca de la cocina también cacharon una juguera, diluyente, una pesa digital, bolsas de cubos, embudos y paletas, herramientas utilizadas para mezclar coca y realizar el milagro de la multiplicación de gramos.

Como corolario, había 2 millones de pesos en billetes de baja denominación.

BANDEJA

Guillermo Ceballos, comisario de la novena Comisaría, explicó que tras el hallazgo del ovoide comenzó la búsqueda de toda la bandeja.

La investigación los llevó hasta una tienda de San Diego dedicada a afilar cuchillos cuyo nombre de fantasía era "La Casa Azul".

En el lugar se encontraban los tatas Jorge Martínez Castro (63) y Guillermo Olguín Olguín (72), apodado "El Negro".

Luego de barrer el local y la casa contigua, la SIP de Carabineros pesquisó un taxi Daewoo, patente ZX-5070, propiedad de Martínez, y en el maletero se hallaron 50 ovoides de coca.

La banda de teclos quedó en prisión preventiva y el magistrado Luis Castro fijo 100 días para la investigación.

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