La genialidad de los hermanos Lumière permitió que la humanidad viviera una revolución en términos de industria cultural y entretención, cuando en 1895 los franceses inventaron el cinematógrafo.
Y aunque las tecnologías han ido en ayuda del cine, en cuanto a calidad de imagen y la proyección de las cintas, cada vez que entramos a una sala seguimos mirando con asombro esa luz poderosa que emerge desde el fondo, y que cuando pega en la pantalla se convierte en colores, imágenes e historias.
Sin embargo, esa romántica manera de concebir el cine pareciera tener los días contados, al menos a un mediano o largo plazo.
Es que en los Arena Cinemas de Zúrich, en Suiza, cuentan con una revolucionaria pantalla led, que es la primera en saltar desde el mercado asiático (sólo estaban disponibles en cines coreanos y chinos) al mundo occidental, en un claro indicio de que esa es la ruta a seguir por la industria.
Entre sus características, esta tecnología traerá grandes avances: está formada por 96 módulos reemplazables, que conforman esta gran pantalla, que tendrá mejoras en la calidad de la imagen, en la luminosidad (diez veces mayor que los proyectores comunes) y altos niveles de contraste.
Eso sí, el gran impacto es que ahora se podrán proyectar cintas con la luz encendida, lo que permitirá a quienes cuenten con estas pantallas en sus salas poder realizar eventos de otra índole.
En términos de presentación física, este súper led que se instaló en los cines suizos mide 10,2 metros de ancho por 5,3 de alto, tamaño ideal para tener una visibilidad perfecta desde cualquier lugar de una sala.
El fin de una era
Así como murió el cassette, el disquete y la Bomba4, el cine también ha visto el ocaso de algunos de sus más fieles compañeros, como pasó con el mítico proyector de 35 mm, ese al que había que montarle una cinta enorme donde estaba la película.
Hoy, es casi una pieza de museo, ya que lo que se usa ahora son los proyectores digitales, presentes prácticamente en todos los cines, como es el caso del Cine Arte Normandie.
"Nosotros lo que mayormente utilizamos es el formato DCP (digital cinema packet), que en sí es un disco duro, por así decirlo, pero que tiene ciertos códigos de uso. Por ejemplo, una llave que te dan los dueños de la película, les tenemos que decir la hora que la vamos a proyectar. De lo contrario, nos llaman y preguntan, o la cortan simplemente", contó Mildred Doll, directora del mítico recinto de calle Tarapacá.
Pero no todo es así. "Aún mantenemos nuestra máquina de 35 mm, la que utilizamos para dar las películas de nuestra videoteca", apuntó.
¿Factible o un sueño?
Los famosos proyectores digitales tienen vida para un rato más, al menos, ya que tener una súper pantalla led es una inversión alta, pero cuando los requerimientos de las propias películas exijan una calidad de ese calibre, el salto se hará necesario.
De hecho, en nuestro país ya hay una compañía que le echó el ojo al chiche tecnológico. Se trata de Cine Planet, donde su gerente general, Alex Vera, explicó que "sabemos de esta tecnología, pero por el momento está sólo en eso", explica.
Claro que la idea gusta. "A medida que las necesidades vayan avanzando, se tendrá que evolucionar. Es como cuando teníamos en las casas esos televisores gordos, y ahora muchos ya tienen pantallas led.
Pero nosotros no nos hemos quedado atrás, pues además de los proyectores digitales que tenemos en nuestros cines, el mes pasado implementamos la tecnología 'Xtreme Laser, que entrega una calidad de imagen que está a otro nivel", admite Vera.
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