La mujer se sorprendió al ver a su nieto en las pantallas de los noticieros como líder de un grupo de delincuentes que acechaba Estación Central.
Thomas Barrasa tiene 19 años y, a su corta edad, ha sido identificado como el líder de una peligrosa banda que opera en la comuna de Estación Central.
Con otros 30 delincuentes a los que dirige, se ocupan de robar celulares afuera de los terminales de buses y trenes. Y poco les importa si detienen a uno de ellos, pues son tantos, que van rotando a medida que los van atrapando las autoridades.
“Thomasito”, como lo conocen en las calles, es nieto de Ercilia Santis, quien reveló a LUN algunos íntimos detalles sobre el joven, que comenzó a delinquir desde pequeño, cuando un vecino le enseñó a robar en los supermercados.
Cómo era la vida de Thomasito, el joven delincuente de Estación Central
Según relató al medio, la última vez que habló con su nieto fue en diciembre de 2023: “Me hizo una videollamada. Preguntó por su hermanito y prometió que iba a venir a pasar la Pascua con nosotros. Te amo, mamita, me dijo cuando se despidió”.
“De ahí no supe más de él”.
Grande fue su sorpresa cuando un par de días después, vio el nombre y rostro de su nieto en la televisión: era líder de una peligrosa banda que acechaba Estación Central.
“Yo sabía que andaba en malos pasos, pero llegué a llorar lágrimas de sangre viéndolo ahí. No sé qué hice mal, en qué momento todo esto se me escapó de las manos. El Thomas era respetuoso de la gente”, se lamentó su abuela.
La mujer está convencida de que lo dirige gente adulta.
Y es que le resulta difícil pensar que aquel niño que vio crecer es ahora un delincuente que está en prisión preventiva.
La madre de Thomas lo tuvo a los 15 años y su papá nunca estuvo presente. Por ello, Ercilia, la abuela, ayudó a criarlo. “Siempre fue mi regalón”, aseguró. Pero cuando cumplió ocho años, su hija se casó y se lo llevaron.
“Él se arrancaba de su casa y se venía al lado mío. Yo debí haber peleado su tuición legal. No fue bueno que anduviera tanto en la calle. Se puso ludópata”.
Dejó el colegio en quinto básico, porque “los profesores no le tenían paciencia”: tenía hiperactividad y déficit de atención, y aunque fue medicado, nunca tomaba los remedios.
A los 11 comenzó a fumar marihuana, y a los 12 su madre perdió su tuición, después de que la PDI lo encontrara durmiendo en la calle y lo internaron en una residencia del Sename, de donde intentó “arrancar” 17 veces.
Según detalló LUN, en sus antecedentes tiene 14 detenciones por hurto en supermercados (un hábito que, según su abuela, comenzó después de que un vecino le enseñara a robar) y 11 por robo sorpresa.