A pesar del pronóstico de un cuático aguacero, los habitantes de la zona y quienes llegaron hasta La Araucanía disfrutaron como cabros chicos. Sobre todo con la oscuridad que hubo.
Sólo un año y medio después del último eclipse que Chile tuvo el privilegio de presenciar en el norte del país, una vez más la luna y el sol se encontraron en el cielo para emocionar a miles de compatriotas que se congregaron para disfrutar de este fenómeno astronómico, en medio de adversas condiciones climáticas.
En esta oportunidad la zona de umbra tuvo lugar en La Araucanía donde a pesar de las restricciones sanitarias llegaron cerca de 70 mil turistas que debieron luchar con la lluvia y el cielo nublado.
Todo comenzó cerca de las 11:38 de la mañana, cuando la luna empezó a ponerse sobre el sol, cubriendo totalmente al gigante de fuego a partir de las 13 horas, y por los próximos 120 segundos, generando un momento de oscuridad total que fue más intenso que la vez anterior, producto de las nubes.
Así lo evidenció Simón Ángel, astrónomo del Instituto de Astrofísica de la Pontificia Universidad Católica, que junto a otros investigadores observaron el eclipse desde el volcán Villarrica.
"A diferencia del año pasado las nubes ayudaron a que la oscuridad fuera más intensa (...) Ya sabíamos que las condiciones iban a ser adversas, y a pesar de que no pudimos observar el eclipse en su plenitud la oscuridad fue algo que nos sorprendió a todos", señaló el experto.
Sin embargo, algunos suertudos en Licanray y Villarrica lograron disfrutar de breves segundo de claros en el cielo, que les permitieron ver el eclipse total.
"Fue algo bacán. Se sentía al momento de la oscuridad como cantaban las aves y como la gente se emocionaba. Es algo impactante de vivir" dijo Armin Montecinos, uno de los habitantes de la zona que disfrutó a concho esos segundos.
Sobre ese momento de claridad en el cielo, la meteoróloga Michelle Adam dijo que era algo que agradecer, ya que era muy difícil que ocurriera.
"Lamentablemente, y creo que es primera vez que digo esto, se cumplió el pronóstico. Uno podía esperar hasta el último momento que se cambiara la situación climática, pero lamentablemente no fue así. (...) Hay que agradecer los claros que se pudieron ver y que dejaron a un grupo disfrutar al máximo el eclipse", señaló la experta.
En otras zonas del país, en tanto, los chilenos lograron notar como levemente se atenuaba la luz solar, como ocurrió en la RM donde disfrutaron de un 78% de visibilidad del eclipse.
Pueblo Mapuche vivió su propio eclipse
Mientras miles de chilenos miraban el cielo esperando el eclipse total, cientos de mapuches prefirieron guardarse para hacerle el quite, ya que según su cultura esto significa la muerte del sol, lo que traduce en que cosas negativas pueden ocurrir.
Sin embargo, esta visión no tiene que ser un mal presagio, según comentó Estela Nahuelpan, dirigente de la comunidad mapuche Mateo Nahuelpan de Monkul, en Carahue.
"En la cultura mapuche ningún elemento sobra, y para que exista la luz tiene que haber oscuridad. Es por eso que mientras se dio el momento de oscuridad se encendían ramas para ayudar a iluminar al sol, siempre con la esperanza de que vuelva la luz, que es un concepto de esperanza con el que nos quedamos nosotros", señaló.