El encargado interino de la institución se encuentra bajo una investigación por agredir a un aspirante a detective.
Una gran crisis interna se vive en la Policía de Investigaciones tras la renuncia de director general, Sergio Muñoz, quien dio un paso al costado luego de verse vinculado en las presuntas filtraciones que al abogado Luis Hermosilla. En su salida, fue el prefecto general Claudio González Hofstetter quien quedó en el cargo de manera interna.
Sin embargo la polémica no quedó ahí, ya que ahora es el director subrogante quien está siendo cuestionado, ya que se enfrenta a un proceso judicial en el que se le acusa de tortura. Meganoticias informó que en 1988, cuando él cursaba su último año en la escuela, habría participado en hechos descritos como tortura en contra del aspirante a detective Mauricio Flores.
La autoridad habría agredido a la víctima mediante shocks eléctricos producidos por un magneto telefónico, esto en un contexto que él calificó como una “clase teórica práctica”. A raíz de este hecho se inició una investigación interna en la PDI, pero Claudio González resultó sobreseído en aquella instancia.
La polémica fue reflotada
Pero en 2023, durante una comisión de la Cámara de Diputados que investigaba el actuar de la PDI y sus altos mandos, el director subrogante fue citado para explicar esta situación, donde aseguró: “En la escuela no me acuerdo de que alguien me haya comentado sobre este aparato, jamás lo operé, no sé cómo se opera, no lo conozco, no lo tuve en mis manos”.
Por otro lado, el abogado de Mauricio Flores, Maximiliano Delgado, señala que “es vox populi al interior de funcionarios de la institución esta situación y cómo esto lo fue negando y tapando hasta llegar al alto mando”
“Ahora evidentemente revienta, y es importante, porque cómo una persona con esos antecedentes, con esa situación, ahora llega a ser el número uno”, agregó el jurista.
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