Lo encajonaron en fino ataúd de caoba

El "Cabro Carrera" falleció de un ataque al corazón la noche del 21 de julio de 1999 en la clínica Santa María, mientras permanecía sometido a proceso por narcotráfico, asociación ilícita, lavado de dinero y otros delitos.

El finado fue velado en su casa de calle Dávila Larraín, en el barrio Franklin, donde tuvieron que llegar cuatro carrozas para llevar sus restos y el cerro de ramos y coronas hacia el Cementerio General.

El conocido narcotraficante fue encajonado en un féretro de caoba tallado con rosas y fue enterrado vestido con un traje blanco y una corbata azul con amarillo.

Al funeral asistieron varios cientos de personas que llegaron al cementerio en autos de lujo y también en micros.

El entierro estuvo marcado por las amenazas contra periodistas, camarógrafos y fotógrafos, los que tuvieron que realizar su trabajo desde bien lejos.

El cajón de "Don Mario" siempre estuvo rodeado por sus familiares, especialmente por sus hijos en libertad.

La viuda Nieves Ortiz y sus hijos Mario Mateo Silva Soto y Rosa Silva Romero estaban en prisión, por lo que tuvieron que ser llevados al cementerio en un carro de Gendarmería.

En el funeral hablaron comerciantes de Santiago Centro, del Matadero, de la Vega Central y de Estación Central, además de los hijos que tuvo con sus tres parejas.

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