Lo poco que quedó lo destruyó el lumpen

Desesperados por la tardanza en la entrega de ayuda, los cortes de agua y luz, el desabastecimiento y la carencia de tiendas donde adquirir productos de primera necesidad, centenares de habitantes de Concepción salieron a las calles y saquearon el centro de la ciudad.

En un primer momento la turba fue repelida por carabineros, quienes intentaron disuadir a las personas con bombas lacrimógenas y carros lanza agua. Tan grande era la patota, que los polis no dieron abasto, y quienes necesitaban leche y alimentos para sus hijos se mezclaron con un batallón de caraduras.

De un paraguazo, los frescos que siempre muestran la hilacha opacaron a quienes clamaban por recibir  lo justo y necesario, porque lo habían perdido todo. Con la cara llena de risa, y sin pescar el dolor de los que quedaron con lo puesto, atacaron como una jauría de lobos.

La plaga de sinvergüenzas, desde lumpen hasta oportunistas de cuello y corbata, destruyó las cortinas y vitrinas de supermercados, ferreterías, bencineras y casas comerciales, para arrasar con todo.

Familias enteras transitaban por las calles con carros de supermercado, bicicletas y hasta vehículos todoterreno totalmente cargados con plasmas, lavadoras, chucherías electrónicas, montones de zapatillas de marca, copetes y un sinfín de leseras que no prestan la menor utilidad en una zona de catástrofe. Menos en una ciudad que ni siquiera tiene electricidad.

Quienes vaciaron los supermercados "Kamadi" y "Líder", y ni se preocuparon de con qué arrancaban, llenaron sus carros como en un  concurso o una compra navideña. El "Súper 10" sólo se salvó de la furibunda manga de langostas porque cerca de 10 funcionarios de la PDI llegaron a parar la chacota con fusiles antimotines.

Las escenas del manotazo daban vergüenza ajena. Las pocas madres que caminaban con tarros de leche, arroz o pañales eran ampliamente superadas por los giles que pensaban que el caos era chiste y huían con electrodomésticos al hombro.

Justo frente al "Lider" saqueado, entre las carcajadas de los rateros, incansables rescatistas buscaban sobrevivientes y cadáveres del destruido edificio Borderío, entre el llanto de sus devastados familiares.

NO HABÍA OTRA: SOLDADOS Y TOQUE DE QUEDA EN CONCE Y TALCAHUANO

"Puede ser algo entendible en la zona de Concepción, pero también ahí solamente llevamos 24 horas y es muy difícil imaginar que en 24 horas se produzca un estado de necesidad tal que justifique un saqueo", reflexionó el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, tras los ataques que afectaron a las tiendas y supermercados, que incluyeron locales en Concepción, Coronel, Talcahuano, Temuco, Conchalí y Quilicura.

Producto del caos reinante, el Gobierno decretó "estado de catástrofe" en las regiones del Maule y Biobío, lo que, según explicó el ministro, "nos permite tener un respaldo legal para el accionar conjunto de Carabineros con las Fuerzas Armadas" en el restablecimiento del orden en la zona.

Tras la medida, que pondrá a los militares a vigilar las calles de ambas regiones, el Ejército anunció que regirá toque de queda nocturno, entre las 21 hasta y las 6 horas, en Conce y Talcahuano. La información fue confirmada por el intendente de Biobío, Jaime Tohá.

"Nosotros estamos actuando con la mayor energía, hemos enviado refuerzos policiales. Además vamos a contar con ayuda de personal de las Fuerzas Armadas y vamos a garantizar que la normalidad vuelva cuanto antes a estos lugares", aseguró Pérez Yoma, tras reunirse en un comité junto a otros ministros y la Presidenta Michelle Bachelet, quien anunció entrega de canastas de mercadería.

El Gobierno había decidido enviar refuerzos policiales al Biobío, pero los saqueos de la mañana lo llevaron a endurecer las medidas.

ABASTECIMIENTO

Los representantes de las grandes cadenas de supermercados afirmaron que la población debe estar tranquila, porque el abastecimiento alimenticio está asegurado. "En Concepción, Talca y Los Ángeles es más complicado y en eso estamos justamente: Coordinándolo", dijo Horst Paulmann, controlador de Cencosud.

EN SANTIAGO SE SUMAN AL LLEGAR Y LLEVAR

"No hay ninguna justificación para el intento de saqueos que se produjo en algunos supermercados de Santiago", criticó enfático el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, luego de enterarse de los manotazos que sufrieron algunos locales de la capital.

"Son hechos injustificables protagonizados por delincuentes comunes, ya que la situación de Santiago no se puede comparar a los hechos ocurridos en el Biobío", agregó el jefe de la Zona Metropolitana de Carabineros, general José Luis Ortega, quien comprometió refuerzos policiales en los locales.

La situación más compleja se vivió en la comuna de Quilicura, donde en un "Santa Isabel" un perico se parapetó y le disparó a efectivos de la PDI, los que respondieron el ataque con sus armas de servicio, en una reacción calificada como "desmedida" por pobladores.

Durante la tarde, en el "Hiper Lider" de avenida Marcoleta con Las Torres se generó un violento enfrentamiento entre vecinos y piquetes de las Fuerzas Especiales de Carabineros.

El último en sufrir los daños de los saqueadores fue un "Ekono" ubicado en Plaza La Pampilla, en Conchalí.

AL CHUCHO

El máximo jefe policial de la Región Metropolitana fijó en 18 los detenidos por los saqueos: 13 de Lampa por robar dos "Unimarc" con escopetas hechizas, 2 de Conchalí que intentaron pelarse un cajero automático y el resto en Quilicura, donde el lumpen atacó dos supermercados "Lider" y "Ekono".

Para evitar nuevos choreos, el general Ortega anoche mandó a la calle a más de mil efectivos con experiencia que fueron reemplazados en sus puestos de guardia por aspirantes a oficiales de tercer año.

El oficial agregó que en Plan Cuadrante se reforzó en todas las comunas de la capital, "y no solamente en las comunas de Lampa y Quilicura".

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