La reputación de la inmobiliaria, el historial del inmueble y la ubicación del proyecto son factores que marcan a fuego una decisión que puede reportar buenos réditos a quienes invierten en un bien raíz.
Cuando no se tiene espíritu emprendedor, pero de todos modos se quiere invertir el capital en algo que nos dé beneficios monetarios a futuro, un bien raíz asoma como una opción más que valiosa, sobre todo ahora, que las tasas juegan a favor.
Adquirir un departamento es una apuesta en la que se embarcan muchos chilenos, pero que así mismo como promete cosas buenas, también puede transformarse en una jaqueca permanente.
Es eso lo que le da enorme relevancia al conocimiento que deben tener los futuros inversionistas sobre el potencial de mercado que tiene el inmueble por el que planean romper el chanchito.
Para José Ignacio Reyes, gerente de ventas de Inmobiliaria Almagro, hay cinco aspectos relevantes que se deben tomar en cuenta (ver recuadros), siendo uno de ellos muy importante en la rentabilidad: los antecedentes de la inmobiliaria. "La calidad y respaldo de la inmobiliaria son fundamentales para prevenir posibles vacancias, y la calidad de la construcción ayuda al menor desgaste de la materialidad del departamento, debido a la rotación de arrendatarios", explica.
Tipología. Elegir el tipo de departamento adecuado y que cuente con buenos niveles de demanda es clave. Hoy, los que generan más interés y se arriendan más rápido, son los estudio, de uno y dos dormitorios, tipo paloma. Este último tiene la ventaja de que, al tener dos habitaciones del mismo tamaño, es preferido por estudiantes y profesionales jóvenes que quieren compartir, pero sin perder la independencia y privacidad de los espacios. Los demandan arrendatarios estables, lo que otorga una tasa de vacancia más baja, haciéndolos seguros y cómodos para el inversionista.
Antecedentes de la inmobiliaria. La trayectoria, experiencia, conocimiento del mercado y asesoría que se entregue, son ítems importantes a la hora de elegir en qué inmobiliaria invertir. El inversionista es una persona práctica, con poco tiempo y orientado a resultados, por eso para él es clave que la empresa le responda y que le entregue respaldo a su inversión.
Espacios comunes. Conocer hasta el más mínimo detalle de los espacios comunes que posee el edificio es vital, pues influye en el futuro arriendo de los inmuebles. Salas multiusos, gimnasios equipados, terrazas panorámicas o buenos quinchos siempre son muy valorados por los arrendatarios.
Ubicación del proyecto. Elegir un depa que quede cerca de estaciones de metro o transporte público, comercio y oferta de servicios (hospitales, colegios y universidades), es un componente clave a la hora de captar arrendatarios, ya que asegurará o no una rentabilidad promedio al inmueble.
Rentabilidad. La rentabilidad varía por comuna y sectores, pero no es lineal. Existe la rentabilidad dura, que te dice cuánto se puede obtener por metro cuadrado, sin embargo, la realidad es que existen períodos de vacancia que, de acuerdo a la inmobiliaria y ubicación, varían en el tiempo de vacancia y eso influye en la ganancia final.
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