Taeko Kurosaki vino al país para seguir de cerca a Nicolás Zepeda. En el juicio, la mujer reveló que el imputado “se dio cuenta que yo lo estaba siguiendo”.
“La policía me prohibió formalmente esto, pero en secreto le envié un mensaje a Nicolás en diciembre. Este mensaje fue ignorado y sigue siendo ignorado”.
Con estas palabras, Taeko Kurosaki, madre de Narumi Kurosaki, reveló el drama que vive tras la desaparición de su hija.
En el juicio de Nicolás Zepeda, expareja de la joven japonesa y único sospechoso del crimen, la mujer confesó que viajó a Chile para seguirle los pasos al acusado y ver si su hija seguía a su lado.
“En junio de 2017 fui a Chile, tenía un poco de esperanza de encontrar a mi hija allí. Quería ver cómo seguía viviendo Zepeda. Se veía feliz. Lo seguí a escondidas. Todo el tiempo se veía feliz. Se dio cuenta que yo lo estaba siguiendo. Me vio e inmediatamente apartó la cara”, reveló Taeko.
Cabe recordar que, por aquel entonces, la joven aún era buscada en Francia a pocos meses de su desaparición, mientras que Zepeda gozaba de total libertad en Chile.
“Este monstruo nunca debe soltarse”
Ya de regreso en Japón, la madre de Narumi vivió sus peores meses. “Traté de suicidarme no sé cuántas veces. Me ahogué, me golpeé la cabeza contra las paredes, pero todavía tengo dos hijas que son muy queridas para mí”, reconoció la mujer, entre lágrimas.
Finalmente, sostuvo que “no puedo dejar que este demonio quede libre. Seguiré protegiendo a todas las mujeres de esta tierra de los Zepeda. El precio será mi vida. Para todas las chicas, este monstruo nunca debe soltarse”.