Demasiadas molestias se tomaron dos violentos delincuentes que escalaron la reja de una casa, forzaron la chapa de la puerta principal, subieron hasta el segundo piso del domicilio, amarraron con un cinturón al único habitante y lo patearon en el suelo... ¡para chorearle sólo mil pesos!
Según explicó la fiscal Claudia Barraza, de la Zona Metropolitana Oriente, el austero manotazo se produjo cerca de las 21 horas del martes, cuando un trabajador de la villa Tokio 2, en la comuna de La Florida, estaba en su tercer sueño.
Mientras acomodaba su almohada tras un largo día de pega, las dos sabandijas se colaron en el palacete con bastante esfuerzo, luego de trepar el portón de más de dos metros y medio de altura.
Sin escatimar en gastos energéticos, y con la idea de un suculento botín entre ceja y ceja, la pareja de hampones utilizó toda su destreza delictiva para abrir la entrada principal con una cautela gatuna.
Con felino sigilo, los antisociales subieron la escalera en punta de pies para no alertar a los moradores y llegaron hasta la cama de la víctima, quien despertó muerto de susto con los dos pasteles a su lado. De una lo taparon a xuxadas, lo amenazaron y lo maniataron.
Con el pobre completamente inmovilizado, los rateros le pegaron y le exigieron las llaves de la casa y de una moto que había en el patio.
La víctima les explicó que el vehículo no funcionaba, y se ganó otro par de charchazos.
Como la cosa está medio mala, los monreros registraron la casa y después de varios rebotes se viraron con las manos casi vacías.
El asaltado logró desatarse y llamó de una a Carabineros, quienes capturaron a dos sospechosos a pocas cuadras del palacete.
Tras su detención, Julio Alexis Zúñiga Villablanca (22) y Patrick Enrique Guzmán Díaz (31) fueron formalizados ayer por robo con violencia y quedaron en cana preventiva durante los 30 días que durará la investigación.
Economistas consultados por La Cuarta detallaron que con el pobretón botín que se pelaron los maleantes alcanza para harto poco hoy en día.
Los asesores financieros ejemplificaron que, sólo en micro, los asaltantes gastaron más de lo que lograron con su golpe.
Con la luca que se robaron, los mesurados manilargas podrían haber comprado un kilo de pan, una pilsen o una cajetilla chica de puchos.
El dinero mal habido también habría servido para salir con la pierna y un par de cabros chicos, y hacerse el lindo con cinco helados choco o piña.
"El monto en dinero en efectivo asciende a la suma de mil pesos, sin perjuicio que fueron sustraídas otras especies como tres celulares, dos relojes y un perfume Antonio Banderas", comentó la fiscal Barraza tras la audiencia de formalización.
- ¿Y el sencillo se lo llevaron en monedas o en un billete, ah?
- Tengo entendido que era un billete.