Locura total en París por la final del Mundial de Rusia

Francia, y en especial su capital París, está conmocionada con la selección nacional. La opción cierta de un segundo título mundial ha roto la cotidianidad de la ciudad más bonita del mundo, la que espera una celebración eufórica el domingo si los "Blues" vencen a Croacia.

"Por razones de seguridad, la Prefectura de Policía ha exigido el cierre de la Torre Eiffel", indicó la empresa que administra uno de los monumentos más famosos del planeta.

El perímetro de la estructura será custodiado por más de 12 mil policías y contará con más de 3 mil asistentes de primeros auxilios para evitar posibles problemas entre la multitud, ya que se esperan más 400 mil personas para el evento.

Esto es sólo una parte de la efervescencia que provoca el equipo de Didier Deschamps. Medios locales informaron que la venta de ropa del equipo en la tienda parisina de Nike se elevó hasta más de un 30% extra. Si bien en época de Mundial alcanza un alza de 8%, hoy se pueden ver colas en el local encargado del merchandising.

Humildad gala

Mientras su población se prepara para una fiesta, en el plantel galo no pierden el foco y afrontan con humildad su condición de máximos aspirantes al título.

"Para mí, no somos favoritos. No olvidamos las dudas sobre nosotros al comienzo de la competencia, sobre nuestra capacidad para jugar juntos. No hemos hecho nada todavía", dijo el volante Paul Pogba.

Samuel Umtiti, el defensor que hizo el tanto del triunfo frente a Bélgica, en semifinales, tampoco se confía. El zaguero de Barcelona, quien se levantó de la conferencia cuando fue presentado erróneamente como "Paul" (por Pogba), recapacitó luego y se fue con calma.

"Eliminamos a grandes equipo, pero aún recordamos la final de 2016 que perdimos. No jugamos bien", dijo el central por la Eurocopa que le ganó Portugal.

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