En el cementerio General de Concepción fue sepultado el joven Gonzalo Rivera Manosalva, quien tras dos semanas desaparecido fue encontrado muerto en el mar de las costas de Hualpén, en la Región del Bío Bío.
Ayer los restos mortales del muchacho de 18 años fueron entregados a su familia por el Servicio Médico Legal penquista para sus exequias.
Mientras aún continúa el misterio respecto a cómo ocurrió la muerte del estudiante, padres, amigos, compañeros y profesores dieron el último adiós a Gonzalo.
Flores, globos azules y blancos adornaron la romería hacia el campo santo. Los dolientes hicieron una pausa en el camino para detenerse en el frontis del Colegio Brasil, donde el lolo estudiaba.
"Los recuerdos de Gonzalo son los más hermosos. Era un joven cariñoso, respetuoso y jamás tuvo un problema de indisciplina", dijo Eunice Pérez, profesora jefa del adolescente.
Agregó que "siempre fue muy discreto con lo que hacía, incluso con su talento en las artes marciales".
José Rivera, padre del joven fallecido, señaló que será difícil salir adelante debido a esta nueva tragedia que golpea su familia. La razón, Jorge (25), el hermano mayor de Gonzalo, murió el año pasado pocos minutos después del terremoto del 27-F.
"Ha sido un momento muy doloroso donde tenemos que despedir a nuestro hijo. Gonzalo era el único hijo que nos quedaba, ya que Jorge falleció en un accidente automovilístico 20 minutos después del terremoto del año pasado, Gonzalo era su copiloto y salió ileso".
Pese al amargo destino, Rivera aseguró que "de alguna manera el hecho de que hayamos encontrado el cuerpo nos deja satisfechos. Se nos hacía cada vez más duro y difícil el no poder localizarlo".
Al cortejo fúnebre llegaron también parientes del joven que viajaron desde el extranjero para dar todo su apoyo a los padres del joven fallecido.
Sobre los avances en la investigación, la fiscalía se encuentra a la espera de los resultados del informe del SML con la eventual causa de muerte de Gonzalo, entre otros aspectos.