"Esto antes era todo distinto. La Fiesta del Roto Chileno trataba de fondas y palo encebado", disparó Jorge Péndola, socito de 80 amperes, que se va en la melancólica al recordar la desordenada jornada del miércoles en la plaza Yungay, en una nueva conmemoración del mambo por el histórico personaje criollo.
"Justo Estay, así se llama el Roto Chileno. Es importante que antes de celebrar la gente tenga idea de cómo se llama ese señor que está parado en la plaza", remató el lolo, con 78 años haciendo patria en el barrio.
Otro de los que anda con la bala pasada por la funa al carrete familiar es Patricio Droguett. El chiquillo de 43 primaveras está picado, pues siente que el afán de ponerle mucho color a la fiestoca es lo que la está matando de a poco.
"Yo era de los peques que subían al palo encebado. Ayer quedó la embarrada. Mi hija de 21 años pudo crecer con esta fiesta, pero mi otra hija de dos avanzará con una cosa que ya no es parte de la tradición", salpicó Pato, chato con la nueva forma de festejar.
A pesar de la tremenda barra que ayer igual llegó a la plaza Yungay y el manso piño policial, que esperaba cualquier provocación, el día pasó sin desmanes.