En los 200 años de historia independiente hemos conseguido increíbles logros que nos llenan de orgullo, y cinco condoros dignos de recordar.
El equipo de historia, geografía, aseo y ornato del diario pop seleccionó algunas joyitas que nuestros lectores por internet clasificaron como el mayor condoro Bicentenario.
En primer lugar, con un 45%, está el llamado a la calma que hicieron las autoridades el 27 de febrero, cuando aseguraron que no habría maremoto. Miles de personas lo escucharon por la radio y confiadas permanecieron cerca del agua.
La cifra de muertos que dejó el tsunami supera los 300 y los responsables aún no están claros; el Shoa le echa la culpa a la Onemi y al revés, pero eso ya no le importa a las personas que perdieron un familiar.
Un honroso segundo lugar, con un 38%, lo alcanzó un hecho ocurrido en 1881.
El país donde los libertadores realizaron la Primera Junta de Gobierno era mucho más grande que el actual, con 2 millones de kilómetros cuadrados, ante los 756 mil de hoy.
Las autoridades se urgieron por la posibilidad de que Argentina le prestara ropa a Perú y Bolivia, enfrentadas con Chile, y accedieron a firmar el tratado que estableció a la cordillera de los Andes como el límite entre ambos países. Así perdimos la Patagonia y quedamos convertidos en un delgado tallarín.
A cargo de la movida estuvo Diego Barros Arana, por eso muchos celebran que su estatua, ubicada junto a la Biblioteca Nacional, sea castigada por las palomas hasta el fin de los tiempos. Otros consideran que hizo todo lo posible por resguardar la integridad del joven país.
El Transantiago fue elegido como el tercer condoro bicentenario, con un 9%. Tanto se ha hablado del horroroso y carísimo plan de transportes, que no vale la pena gastar tinta y tiempo en detalles.
Fue planeado e implementado durante los gobiernos de la Concerta, y las actuales autoridades no han podido recaucharlo.
ILUMINACIÓN AL CHANCHO CAUSÓ LETAL SINIESTRO EN IGLESIA DE LA COMPAÑÍA
En incendio de la Iglesia de La Compañía murieron más de 2 mil personas y ocupa el cuarto lugar entre nuestros condoros.
El 8 de diciembre de 1863 se celebraba la misa de la Inmaculada Concepción. El error que desató la tragedia fue que se fueron al chancho con la iluminación. El santuario estaba engalanado con miles de lámparas de hidrógeno, parafina y aceites, y adornado con cortinas, globos de colores, cintas y flores de papel.
Se veía re bonito, pero bastó que una lámpara se inflamara para que el fuego se esparciera como la muerte. Las puertas eran estrechas y las personas fallecieron calcinadas o aplastadas por la multitud.
CAROLA ZÚÑIGA PERPETUARÍA LA ESPECIE CON JUAN PABLO II Y TERESA DE CALCUTA
En quinto lugar, con un significativo 4% de las preferencias, ocupó el condoro menos importante, pero más dramático de nuestra historia, que protagonizó Carola Zúniga.
La misma ex modelo que dio por muerto a Chespirito en vez del escritor Roberto Bolaño, el 2001. cuando era candidata a Miss Chile., dijo ante una pregunta del animador que le gustaría que los encargados de perpetuar la especia humana fueran el Papa (entonces Juan Pablo II) y la Madre Teresa de Calcuta, ¡ambos célibes!)