Protocolo de la Seremi de Salud obliga a que las funerarias trasladen a los fallecidos, por cualquier causa, desde el lugar de su muerte hasta al cementerio en tiempo récord.
Con fecha 19 de mayo, Hugo Rojas, jefe del Departamento de acción sanitaria de la Seremi de Salud Biobío envió a funerarias y cementerios de esa región el "Protocolo funerales en tiempos de coronavirus".
En dicho documento, se informa de "medidas generales que aplican al manejo de cualquier fallecido, independiente a la causa de fallecimiento". La más polémica, la indicación de que "todo el proceso del funeral (tanto velorio, ceremonia o entierro) debe tener una duración máxima de 90 minutos".
Para reforzar la idea, personal de la Seremi informó presencialmente a las funerarias que desde el fallecimiento de una persona, ya sea en hospital o en casa, debe pasar una hora y media para su sepultación, y que ellos son el canal para comunicarlo a los familiares.
La Cuarta consultó con el Ministerio de Salud, desde donde informaron escuetamente que "el protocolo se aplica para todo funeral, independiente a la causa de muerte y a nivel nacional".
La determinación lleva tres días de ejecución en el Biobío y otras regiones. Incluso en el Cementerio general de Concepción se reforzaron con turnos 24/7 y aseguran que "estamos capacitados para responder a la urgencia",
Jonathan Chandía, propietario de Funerales Ramírez de Coronel, cuenta "todo es ambiguo, para nosotros lo más importante es ayudar a la gente en un momento donde es difícil reaccionar". Mientras, Octavio Nova de Funerales La Pompeya acota que "nosotros estamos dispuestos a trabajar en conjunto, acá tienen que escuchar la opinión de los funerarios y los familiares, que parece la olvidaron".
Francisco Castillo, dueño de la empresa del mismo apellido, acota: "Qué pasará cuando alguien fallezca en la noche, la gente en el Biobío y otras regiones está desesperada, hay cementerios que no tienen la capacidad para recibir fallecidos tan encima, no existe claridad en el mensaje, esto debería ser derogado, dicen que es nacional, pero sólo se está ejecutando en algunas zonas, porque acá en Santiago no hemos tenido información, ni nos han llamado a mesas de trabajo".
El encargado regional de Gestión Ambiental de la Seremi de Salud Biobío, Ernesto Bravo, sostuvo que "las medidas del protocolo nacional son generales y aplican a cualquier fallecido independiente si es Covid-19 o no (...) Los funerales, tanto para casos Covid-19 como para cualquier fallecido por la actual situación sanitaria que vivimos, considerando velorio, ceremonia o entierro, debe tener un máximo de duración de 90 minutos y podrán asistir un máximo de 20 personas".
Con esto, familiares y amigos tendrían sólo unos minutos para darle el último adiós a su ser querido, tal como sucede desde hace un mes con los fallecidos por Covid-19, y además, respetar las normas sanitarias, ya que no se podrán realizar "velorios express" en las casas, al no cumplir con las medidas mínimas de distancia.
Código sanitario
Una visión disidente existe en el Cementerio General de Santiago, donde enfatizan que el único protocolo válido es el Código Sanitario, el cual obliga a que los fallecidos sean sepultados como mínimo, 24 horas después de su fallecimiento.
"Los verdaderos plazos son los del código, es una norma que sigue estando vigente y nosotros no la vamos a cambiar, la única excepción son los fallecidos de Covid, pero esta norma tiene que respetarse, cualquier otro protocolo no sería válido", dice Raschid Saud, director del camposanto metropolitano.
Con el entuerto, las funerarias y cementerios tendrán que redoblar esfuerzos para cumplir con la demanda de fallecidos. Algunos podrán dar atención las 24 horas, mientras en otros sitios la norma podría llegar a "transgredirse" para darle un digno descanso a quien partió de este mundo.
Los cinco puntos claves del nuevo protocolo de funerales
1. En caso de velatorio o ceremonias deben ser en lugares "determinados especialmente", casas particulares prohíbidas.
2. Todo el funeral, velatorio, ceremonia o entierro tiene que durar como máximo 90 minutos desde el fallecimiento de la persona.
3. Sin decoraciones como velas, flores o fotos, para de esta manera evitar una cadena de contagio y distancia social de un metro.
4. El responso se restringe a un máximo de 20 personas y sin la asistencia de contactos, que estuvieron con el fallecido, según la Seremi.
5. Comunicación entre funerarias y cementerios para coordinar horarios de funcionamientos y resguardos del cádaver.