Un encuentro cercano del tercer tipo no es aquel que ocurre en un motelucho de mala muerte con la mina más fea del barrio, por culpa de cinco vasos de tóxica piscola.
No, señor. Ese tipo de encuentros, aparte de indeseables, no tienen nada que ver con chantarse cara a cara con un extrate-rrestre viscoso y de ojos desafiantes.
Es por eso que el físico Stephen Hawking (sí, ese que vive sobre una silla de ruedas y mueve un puro dedito) recomendó a los terrícolas mantenerse alejados de conocer civilizaciones alienígenas, porque según él, las consecuencias pueden ser tan fatales como lo fue el Descubrimiento de América para los pueblos originarios. Onda puro exterminio.
La Cuarta conversó con Rodrigo Fuenzalida, el ovni con más luces de AION, (Agrupación de Investigaciones Ovniológicas de Chile), para saber más sobre los combates cuerpo a cuerpo con los galácticos.
"Yo creo que los dichos de Hawking tienen sentido para él porque es británico y ellos están acostumbrados al imperialismo. La verdad es que no pienso que los extraterrestres sean malos con los humanos. Al contrario, están acá para ayudarnos", jura Fuenzalida.
- ¿O sea, nada que ver con la película "El Día de la Independencia"?
- Nada que ver. Ese tipo de visiones son gringas y demuestran su propio afán de conquista.
- ¿Tú crees que los E.T. son buena tela?
- Sí, y de hecho yo creo que ellos ya están acá, escondidos en el mar o la cordillera. Por eso hay tantos avistamientos luego de los sismos, porque se tratan de proteger en sus bases.
Por si las moscas, la mayoría de la barra pop cree que los alienígenas son curados y están dispuestos a invitarlos a tomar un rico terremoto en El Hoyo.