Los días cuando El Chapo de Sinaloa metió la cola en Chile

Aunque no lo parece, Chilito es considerado afuera un país más tranquilo que una foto, y esa misma calma llama la atención de peligrosos carteles y grupos delictuales internacionales, que nos usan como vías para hacer sus cochinos negocios.

Así al menos lo tenía clarito Joaquín Guzmán, el narco más importante de México, conocido como “El “Chapo”, quien hace poco hizo noticia por escaparse de una cana de alta seguridad, y que alguna vez tuvo una turbia relación con Chile.

En noviembre del 2009 se detuvo en nuestro país a los charros Javier Ramírez, Jorge Magallanes y Valeria Hernández, quienes fueron apuntados como presuntos integrantes del brígido cartel de Sinaloa, grupo delictual liderado por “El Chapo”.

En aquella oportunidad los sabuesos de la PDI los pillaron embarcando más de 100 kilos de efedrina hacia México, sustancia avaluada en más de un millón de dólares y que es considerada como la materia prima para elaborar la adictiva metanfetamina, droga con la cual Guzmán amasó su fortuna.

“Los carteles intentaron probar rutas por Chile. En los 90, y por harto tiempo, se vio a miembros de carteles colombianos moviéndose dentro del país, pero nosotros los detectamos a tiempo”, soltó a La Cuarta el subprefecto Mauro Mercado, mandamás de la Brigada Contra el Crimen Organizado y Antinarcóticos de la PDI.

“El Chapo”, es considerado el capo a la hora de mover cochiná por el mundo, y escoge países quitados de bulla para no levantar sospechas entre los sabuesos para sus negocios.

“Mario Silva Leiva (el Cabro Carrera) estuvo ligado a carteles mexicanos, pero él jamás traficó entre Chile y ellos. Las conexiones del Cabro Carrera eran con Bolivia, Brasil y Colombia, pero con México nunca se pudo probar”, agregó Mercado.

Pero la historia de los tres gomas ligados a “El Chapo” no quedó ahí, ya que la justicia criolla les tiró 4 calendarios a la sombra, y cuando estaban a punto de cumplir su condena pidieron permiso con elástico pa’ salir, pero se echaron el ave y, al parecer, se largaron a las tierras de Cantinflas, posiblemente a rendir cuentas a su jefazo, haciendo perro muerto con los pocos días que les faltó por cumplir, por lo que quedaron en calidad de prófugos.

Otros “visitantes”

Otro que hizo de las suyas por estos lares fue el narco mexicano Amado Carrillo, también conocido en el Cartel de Juárez como “El Señor de los Cielos”, el cual llegó de vacaciones junto a su parentela en febrero del ‘97 a disfrutar de la playa, la nieve y los manjares de Chile.

Se supo que Carrillo gastó un dineral para que atendieran a sus familiares durante cuatro meses con todo incluido.

Luego de retornar a su “pega”, el hombrón fue al cirujano para enchularse el caracho y no ser reconocido por los polis, pero algo salió mal y se fue cortina en el quirófano. Los médicos que participaron en la fallida operación fueron asesinados.

“Es muy difícil que se hagan negocios acá, hacen algunos intentos de poder invertir en Chile y lavar dinero, pero no les resulta. La boliviana Magaly Cueto, quien fue pareja del narcotraficante Pablo Escobar, fue detenida el año pasado con medio kilo de cocaína. Pero más allá de este caso, las organizaciones criminales no tienen conexión con Chile”, aseguró el sabueso Mercado.

Nicolás Escobar, sobrino de Pablo Escobar, también se sintió atraído por el país. Llegó junto a su familia con el dinero mal habido y con la chiva de buscar asilo, pero no le compraron y se fue de PLR.

Sólo 3 personas a juicio por fuga de maloso cuate

La fuga espectacular del más peligroso delincuente mexicano, Joaquín “El Chapo” Guzmán, hace dos semanas, provocó el arresto de 22 personas, entre ellos el dire general de la prisión de alta seguridad El Altiplano, Valentín Cárdenas, pero sólo tres fueron sometidos a proceso.

Se trata de empleados de baja jerarquía: dos custodios de la súper vigilada cárcel, ubicada a 90 kilómetros al oeste de la capital y un encargado del centro de control de monitores.

El responsable del Centro de Control actuó “con tardanza durante la fuga” y los guardia-cárceles no respondieron las llamadas telefónicas.

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