Un cliente erróneamente acusado de robo en una sucursal del supermercado levantó una demanda luego de sufrir agresiones físicas y psicológicas.
Ocurrió en 2015 pero el dictamen apenas se conoció esta semana.
Hace ocho años, un cliente acudió a una sucursal del supermercado Tottus ubicada en la comuna de Las Condes para concretar la compra de algunos productos, que minutos después canceló en caja. Sin embargo, cuando se retiraba del establecimiento, los guardias se interpusieron en su trayectoria. Él les preguntó qué estaba pasando, por qué no lo dejaban irse, pero ellos insistieron en una idea: que llevaba otros productos escondidos entre sus ropajes.
Entonces, seguro de que no había cometido delito alguno, el hombre permitió a los guardias que revisaran su vestimenta. La acusación era infundada. Pero pronto la revisión devino en un palabreo y posterior trifulca, en la que los funcionarios del supermercado golpearon a puñetazos y con sus radios en reiteradas ocasiones al cliente.
Con lesiones físicas y psicológicas, que incluso le obligaron a someterse a un tratamiento enfocado en salud mental, el hombre levantó una denuncia. Escenario que derivó pronto en el desarrollo de una investigación criminal en la que se formalizó a los agresores por el delito de lesiones menos graves.
Pero la víctima no quedó conforme y tomó más acciones legales. Así las cosas, las últimas horas la Corte de Apelaciones de Santiago confirmó la sentencia y dictaminó que la empresa Hipermercados Tottus S.A debe hacerle llegar una indemnización de $8.000.000 por concepto de daño moral.
En la causa, señala el fallo, es posible establecer “que el actor ha visto mancillado su honor y honra, toda vez que se le imputó haber sustraído especies desde el local comercial, lo que no se verificó, fue una imputación falsa; y no solo eso, sino que peor aún, los guardias propinaron golpes, ocasionándole lesiones leves”.
Asimismo, se acreditaron las afecciones psicológicas que padeció el demandante.
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