El ex goleador de Colo Colo y Atlante de México cuenta detalles desconocidos de cómo surgió el vínculo que lo une hasta hoy con Jorge González y la banda ícono del estallido social en Chile.
C uenta la leyenda que a inicios del siglo XXI, allá por 2004 y en México, se fraguó a fuego lento una amistad entre ídolos chilenos que esta noche se servirá en la mesa de La Divina Comida, cuando uno de sus invitados, el ex futbolista Sebastián González, abra el baúl de los recuerdos para contarle a sus invitados (Marcela Medel, Antonella Orsini y Rodrigo Villegas) cómo fue que conoció a Jorge González y Los Prisioneros.
"Siempre admiré a Los Prisioneros, tuve la oportunidad de conocerlos y de entablar una amistad y la verdad que tengo lindos recuerdos", recordó Chamagol, quien en conversación con La Cuarta entró al área chica en una relación que hasta hoy sigue con quien por estos días es la voz del estallido social de los chilenos gracias a "El baile de los que sobran".
"Un día llaman al teléfono de mi casa en México, lo recuerdo muy bien. Me llamó y me dice 'como estai Chama, soy Jorge González' y yo como que intenté conocerle la voz y le dije ¿quien?, ¿no es una broma?", rememora el comentarista del CDF. "Querían conocerme porque me iba bien allá, que tal era el mercado mexicano, cómo es la ciudad, fue un diálogo más de consejero", dice quien en esa época era ídolo del Atlante.
De ahí la relación se ha mantenido firme. Incluso, fue invitado en abril de este año por Gonzalo Yáñez, cuando el uruguayo le hizo el homenaje "Gonzalo canta a González" a Jorge en Bar Catedral. "Gonzalo me invitó al show y ahí hablé harto con Jorge", agrega.
De sus anécdotas, prosigue Chamagol, atesora una que le recordó a González cuando ambos se toparon en Chipre, cuando el Seba jugó en ese país (2009). "Cuando tenía 15 años, porque siempre fui fanático de Los Prisioneros, le pedí a mi mamá que me llevara de Santiago a Punta de Tralca porque me había enterado que tocaban allá. Fueron 5 o 6 horas de viaje, subir las dunas, insolarnos, para que con la primera canción le tiraran algo. Jorge se apestó y se fue. Fue bien frustrante. Se le conté en Chipre y él se río y me dijo que se acordaba de ese recital".
Otro de los secretos que develó Chamagol dice relación con la pasión futbolera del artista. "Se lo pregunté, de qué equipo era porque él tenía una guitarra con varias insignias de clubes, sobre todo de equipos más chicos. Me decía que siempre tuvo algo de afinidad con Unión Española, pero que no era fanático de ningún equipo en específico, era más que todo alguien a quien le gustaba ver el fútbol".
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