Las dificultades sociales que hace décadas se viven en Haití, sumado al terremoto que el 2010 sacudió el caribe, obligó a muchas familias a salir de su país en busca de mejores opciones de vida.
Fue así como hasta Chile llegó un montón de morenitos, conformando la más importante migración de afrodescendientes que haya pisado el calcetín de tierra, especialmente en Quilicura, donde ya hace 6 años se estableció una Oficina Municipal para Migrantes y Refugiados.
De esta forma, un gran número de haitianos se instaló en la comuna del sector norte de Santiago, donde justamente hace un rato echaron raíces Rául y Álvaro Ormeño con una escuela oficial de Colo Colo. “Por suerte nos ha ido muy bien, y gracias al respaldo del alcalde Juan Carrasco ya tenemos cerca de 400 jóvenes (niños y niñas) que participan con nosotros”, comentó el histórico “Bocón” albo, quien entre sus pichones tiene a un gran número de promesas caribeñas.
“Es algo nuevo en nuestro fútbol y claramente ha sido un aporte positivo. Los afrodescendientes cuentan con un físico distinto, de mucha fuerza, y si eso se pule con técnica, de verdad se pueden lograr grandes resultados, tal como por ejemplo hoy es Jean Beausejour (haitiano-mapuche) en la Selección”, metió la cuchara Álvarito Ormeño, quien agregó que “los haitianos se caracterizan por su velocidad, y a eso hemos tenido que sumar otras cosas. Ellos vienen de un país donde el fútbol no es muy masivo, entonces acá hemos tenido que partir de cero. Son algo desordenados y ansiosos, pero nada que no tenga solución”, remachó el ex lateral del Colo.