El "Zafrada", el "Hombre de la Bandera" y el "Bombero Loco" comentaron su presente al cumplirse una década de la catástrode grado 8,8.
El terremoto del 27 de febrero del 2010 será por años uno de los desastres naturales más potentes del que se tenga registro. Los 8,8 grados Richter que movieron la tierra, y el devastador tsunami que le siguió serán muy difíciles de olvidar para los los más de dos millones de damnificados, y en general para todos los chilenos que hoy lo recuerdan a una década de la tragedia.
Pero entre los escombros, el desastre y la pena, hay algunas historias humanas que pasaron al nivel de leyenda, por tratarse de actos heroicos o llenos de amor y ternura.
Uno que se ganó los corazones de todo el país fue el pequeño de 9 años Víctor Díaz Concha, apodado como el "Zafrada", tras protagonizar un video en medio de la tragedia en el que comentaba su experiencia con el terremoto en Iloca, Región del Maule.
Al denominar "zafradas" a las frazadas que un camión llegó a repartir tras el tsunami, inmortalizó un apodo hasta el día de hoy y lo convirtió en viral.
Su madre, Jacqueline Concha, comentó a La Cuarta que "el hecho lo marcó, el ser famoso y que la gente lo reconociera en la calle. Eso lo hacía sentir un poco incómodo".
Hoy con 18 años, Víctor ya terminó la enseñanza media y dio la PSU, pero lamentablemente su puntaje no le alcanzó para estudiar ingeniería en construcción. También descartó la idea de postular a la PDI, para no estar lejos de su familia.
"Creemos que se va a tomar un año más. Lo estamos viendo por lo que está pasando en el país, porque hay muchos rumores de que en marzo se viene algo más engorroso, entonces queremos darle un tiempo antes de que se vaya lejos", sostuvo su madre.
Pero si de ayuda se trata, uno de los héroes anónimos que pusieron su vida en riesgo para salvar a otros fue Altidoro Garrido. Conocido como "Bombero Loco", el hombre junto a su caballo "Tata", logró salvarle la vida a 26 personas en medio del tsunami en Dichato.
"Uno con los años se va dando cuenta de lo que pasó. Fue algo triste en verdad. En ese momento no pensé en que me podía morir (...) Sacábamos de a una o dos personas del agua junto a mi caballo", recordó Garrido.
Diez años después, con 71 años, el ex bombero se encuentra jubilado, y se dedica a vender helados para ganarse unas luquitas. "Llevo varios años en esto, es mi techo de negocio. Dichato es chico y pobre, así que hay que hacer de todo para salir a delante", contó.
Bandera. Otro que dio la vuelta al mundo fue Roberto Candia, de la agencia Asociated Press, gracias a su fotografía en la que aparece Bruno Sandoval sujetando una bandera chilena maltrecha y con barro, con escombros de fondo, en la localidad de Pelluhue, Región del Maule, al transformarse en el ícono de la reconstrucción.
"Fueron momentos de caos, incertidumbre y pena. A nuestra generación no le había tocado vivir un terremoto tan grande (...) Yo llegaba a trabajar todos los años ahí, y fue en ese contexto que me pilló el desastre y me tomaron esa foto", comentó Sandoval a La Cuarta.
Una década más tarde, el protagonista de la foto se dedica a emprender. A sus 36 años organiza y solicita permisos para que las ferias artesanales tengan un espacio en distintas comunas.
"Nos movemos a lo largo de todo el país. Nos agrupamos algunas personas que nos vimos afectadas y nos dedicamos a trabajar de esta manera. (...) También me he dedicado a cumplir con varias obras sociales", agregó Sandoval.