Hasta los tatas pican con el e-commerce

A un año de su lanzamiento, la tarjeta de prepago Mach, una "Visa virtual" que sirve para compras vía web en comercios del extranjero, admite que miles de sus usuarios superan las seis décadas.

Muchas empresas lo han intentado, pero buena parte de ellas se han ganado más reclamos y abandonos que clientes fieles. Basta con revisar las redes sociales para encontrar mil y un reclamos sobre las tarjetas de crédito en línea.

Pero una que funciona como relojito es Mach, iniciativa que cuenta con todo el apoyo del BCI, y que es una de las regalonas de los chilenos asiduos a comprar por internet en el extranjero. Esta tarjeta de prepago es muy sencilla de obtener y fácil de usar, lo que ha convencido a que, hasta la fecha, más 1,3 millones de compatriotas hayan descargado la suya para utilizarla en el e-commerce mundial.

Para hacerse de uno de estos "plásticos virtuales", los requisitos son muy parecidos a los que se piden para acceder a la CuentaRut: tener un rut válido y una cuenta en algún banco (de hecho, puede ser la misma CuentaRut).

Pertenecer a algún banco es clave en el sistema de Mach, ya que es desde esa otra cuenta de donde se traspasa el saldo hacia la tarjeta virtual, la que nos permitirá comprar en el comercio en línea.

Claro que no sólo sirve para adquirir productos desde las páginas más populares de venta en internet, también para acceder a los servicios modernos y que a nadie le pueden faltar en esta era: Spotify, Netflix y Uber, entre otros.

Nadie se resiste

Aunque Mach nació como alternativa para todos esos usuarios que no pueden acceder a una tarjeta Visa, con el tiempo se ha sumado opciones, como retirar el dinero que está precargado en cajeros del Bci, además de servir como un "WhatsApp" financiero, que permite compartir cuentas, transferir y recibir plata, y todo sin digipass o tarjetas con numeritos.

Una de las cosas más llamativas es que pese a que fue craneada para el beneficio de millennials y cuarentones más aventajados en el e-commerce, los más grandes igual han picado.

De hecho, más de 2 mil usuarios de Mach son mayores de 60 años. "Esto ha significado romper paradigmas, generando la posibilidad de que todos puedan acceder a la banca, sin trámites lentos y tediosos, simplemente descargando la aplicación y validando la identidad del usuario, en la comodidad de su casa o donde quiera", destacó Ignacio Larraín, gerente de Mach.

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