Mensaje habría sido recibido por un testigo en la instancia judicial que, finalmente, fue interrumpida.
Una insólita situación ocurrió en el Tribunal Oral en lo Penal de Punta Arenas, en medio del juicio a un sujeto de 29 años acusado de abusar sexualmente de una menor de 14 años.
De acuerdo a los antecedentes, los ilícitos reiterados se remontan a 2014 y 2015, cuando la madre de la víctima (una niña de 8 años, en aquel entonces) se encontraba trabajando y dejaba a la pequeña al cuidado de su conviviente (hoy imputado).
“Ella recuerda especialmente, una ocasión en que miraba televisión sentada en el sillón y él se presentó frente a ella vistiendo solamente una toalla, la que se quitó y luego se acercó a ella y la tocó (…), reaccionando golpeándolo y retirándose a su dormitorio”, reza la acusación revelada por El Pingüino.
Con los antecedentes conocidos, la Fiscalía pide una pena de cinco años y un día de cárcel por el delito de abuso sexual con contacto corporal y cuatro años de presidio menor en su grado mínimo por el delito de abuso sexual sin contacto corporal.
Amenaza en pleno juicio
Sin embargo, para sorpresa de todos, un testigo fue amenazado en medio de la segunda jornada del juicio. De hecho, la instancia judicial debió terminar antes de lo programado a petición del abogado que defiende al acusado.
“Quiero informar al Tribunal, según me refieren funcionarios que están a cargo del funcionamiento de la sala y también de los testigos, que antes del receso, mientras estaba declarando el padre de mi representado; no sé la hora exacta donde el otro testigo se encontraba también en las dependencias del Tribunal dentro de la sala respectiva de testigos, pero él abandonó la sala, se le llamó por teléfono y no contesta. Cuando salgo y pregunto por qué no estaba el testigo, una señora identificada como la pareja del padre del imputado, escuchó a dos mujeres formular amenazas a través de un registro de audio de Whatsapp, diciendo que ‘los iban a hacer recagar’ (sic). Eso fue lo que me informaron a mí. Llamé al número de teléfono que me dio uno de los funcionarios y me contestó una mujer que se identificó como su pareja y que le diera un tiempo para que pueda ubicarlo”, dijo el abogado defensor, José Miguel Navarrete, de acuerdo al citado medio.
Por su parte, la fiscal Acuña conversó con los familiares de la víctima, quienes dijeron no tener conocimiento sobre lo denunciado.
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