El container de ilusiones que Esteban Pavez carga cada vez que un semestre se acaba, parece que se quedará nuevamente guardada en su casillero del Monumental.
Es que su venta a un club extranjero se puso más difícil que pillar el Desafío Pastelazo antes de que llegue la Navidad.
Todo se volvió brígido cuando Pablo Guede tiró líneas con Aníbal Mosa pa' armar el plantel que peleará la Copa Libertadores 2017.
El técnico le hizo ver al patrón de ByN que lo primero que había que hacer es no desprenderse de ninguno de los jugadores que fueron la columna vertebral de la campaña que se coronó con la Copa Chile.
Pavez, imprescindible
El "Gladiador" fue uno de los que más jugó este semestre y el argentino cree que es imprescindible en su esquema.
Fue entonces cuando Mosa le recordó que el volante hace rato que desea asegurar su futuro con un contrato fuera de las fronteras de Chilito, y el trasandino ascurrió que no puede cortarle las alas. ¿Solución? Si llega un club que ponga los dos millones de dólares que la concesionaria acordó con el "Oreja" para su salida, se le dejará partir.
Sin embargo, según el entorno del jugador, esta cláusula es muy alta y difícil para una negociación. Y así lo demuestran las conversaciones que tienen con el Morelia, el equipo mexicano que quiere con papas fritas al formado en Cobreloa.
Los "Monarcas" ya tienen un acuerdo con el "8", pero desea una rebaja en el pase y en Macul se hacen los sordos por ahora.
Pese a ello, el contención no se urge. "Tengo contrato con Colo Colo y me quedo feliz a jugar la Libertadores que es una espinita que tengo clavada", soltó.